PROMETHER DEMASIADO
Por: Mónica Heinrich V.
Si en los
trailers y en el poster advirtieran: “Guionizada por los mismos crispines que
escribieron Cowboys & Aliens y The Darkest Hour”, no habría
resentimientos.
Diríamos con voz de niño que desea un dulce: “PERO es filmada por Ridley, algo interesante tendrá”. Nuestras expectativas estarían por el piso, la posibilidad de divertirnos visualmente nos haría asistir a la sala y salir de ella sin mayores daños.
Eso
pasaría.
El problema
empieza cuando nos promethen el GRAN retorno del señor Ridley Scott, la vuelta
a SUS orígenes, digamos que un nado estilo mariposa en su placenta.
Y para los
que desde hace años nos preguntamos DONDE se nos extravió RS, en qué intestino
de la industria hollywoodense se quedó atorado, pues la posibilidad de ver al
creador de Alien y de Blade Runner en his
best shape, es demasiado tentadora.
Nada
importa que sus últimos trabajos (Robin
Hood, A good year, Red de Mentiras, y todo lo que hizo durante el nuevo
milenio) sean una antesala lógica de ESTO. Nop.
El ser
humano siempre insistirá en abrazar la esperanza y estrangularla.
Así que en
un aciago lunes de junio del 2012, ahí estábamos a ojo pelado ante Prometheus, que
en un principio se llamaría Paradise, pero luego de que toda la paja mental de
creer o no creer fue asentada a Ridley le pareció que lo de Prometheus le
quedaba pintau.
Hermoso:
Mitología, ciencia ficción, filosofía, religión. Todos para uno y uno para
todos.
Las
secuencias iniciales, que según diversas fuentes, tardaron en filmarse dos
semanas en Islandia, son sencillamente espectaculares. Diría que si ves eso,
podés ir a tu casa, cerrar los ojos y morir tranquilo. Muy bonito.
Prometheus
promethía.
Luego
aparece el gran (GRAN) Michael Fassbender interpretando a David. En tu cabeza
suena Beethoven y aparecen imágenes de Kubrick (en tu cabeza). Las palabras
“Hello, Dave” que son lanzadas al androide son un claro homenaje a HAL-9000.
David
custodia la nave donde duermen a pierna suelta (al estilo crionizados) 8 individuos.
Estos han sido reclutados por la corporación Weyland dirigida por Peter
Weyland. Dos de ellos descubrieron que jeroglíficos de distintas culturas
apuntaban a un elemento común. Este elemento común entre culturas que nunca
tuvieron contacto entre sí es la prueba de que existe un ser o seres superiores
que son como los padres de la humanidad. Los Weyland y compañía llaman a este
poder superior: Los Ingenieros y arden en deseos de topárselos cara a cara.
Yo no
querría verlos ni en una lectura de hojas de coca, pero son opiniones.
Después de
un viaje de unos cinco años, todos despiertan y llegan
a un planeta donde supuestamente encontrarán a Papi o Mami. Aquí se juega mucho
con el tema de la fe, la necesidad de saber de dónde se viene y hacia dónde se
va. El resentimiento del porqué nos dejaron a nuestra suerte, huérfanos,
abandonados. Es decir, se plantean cuestionantes existenciales que han
derramado litros de tinta en distintos libros, que han creado guerras, y que
han destruido naciones. Para eso hay que ser muy pendejo, y tener entre tus
guionistas gente con criterio, dos dedos de frente y un poco más de profundidad
que una tapa de cerveza.
¿Quiénes se
encargan de escribir una historia con ese trasfondo tan delicado? Les presento
a John Spaihts.
Esperen un
momento que voy a salir a la calle a gritar un rato.
…
Este John
Spaihts debutó en la pantalla gigante con el guión de una película llamada La
hora más oscura. Película insípida, estúpida, sin chiste, aburrida, mal hecha,
donde las haya. Era aquella de los individuos que estaban pasándolo chancho en
Moscú y llega la invasión extraterrestre para liquidarnos con una extraña luz.
Averiguada
la cosa, resulta que Prometheus iba a ser dirigida por Carl Rinsch un director
de comerciales de televisión, pero la Century Fox que tiene los derechos de
Alien, exigió que el filme sea dirigido por Ridley. Tanto Ridley como el
estudio aprobaron a Spaihts, pero filmar ese guión costaba 250 millones de
dólares y además iba a tener una calificación R (no apta para todo público).
Century
Fox, después de meditarlo, no estaba dispuesto a pagar esa platita por un film
que iba a tener restricciones de público. De ahí que llamaron a otro sujeto:
Damon Lindelof quien hizo una “revisión” del guión escrito por Spaihts
ajustándose al presupuesto (150 millones aproximadamente) que la Century Fox
estaba dispuesto a gastar.
Damon,
amoroso él, es la mente iluminada que escribió Cowboys & Aliens.
Ajá.
En
entrevistas posteriores a Spaihts sobre la co-escritura de Prometheus, el
susodicho se muestra políticamente correcto. Formalismos aparte, sospecho que
en su casa guarda un muñeco vudú de Lindelof al que le clava alfileres y le
quema cigarrillos. Yo haría eso y más (insertar mirada desquiciada)
Dejando ese
contexto de lado, volvamos a la película.
“Uno elige
en qué creer”, nos dice ñoñamente uno de los personajes. Bajo esa premisa se
sostiene el argumento o la falta de él. Llama la atención la poca consistencia de
los personajes a nivel de acciones, lo de los cascos me pareció la cosa más
insensata del mundo, y se supone que son científicos, la crema y nata de sus áreas. A veces me emputaba y murmuraba: "Cómo pueden ser tan brutos".
No me voy a
poner cojuda porque la ciencia ficción se toma licencias de todo tipo, y alguna
gente no gusta de buscarle lógica a conceptos básicos de supervivencia, pero
más allá de eso, lo que parte con una introducción ambigua, bien cuidada, sutil,
estéticamente hermosa, se va perdiendo en el camino para dar paso a los
diálogos clichés de cualquier película, y digo bien:cualquiera…esas líneas las podés escuchar hasta en un dibujo animado de tan
pobres que son.
Hay varias
vertientes que la historia toma, siendo la principal la que gira en torno al
personaje de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace), quizás es en ella donde el esfuerzo
por conectarnos emocionalmente con la trama tiene más resultado, aunque eso se
deba en gran medida a que el filme gira en torno a ella. Otra vertiente es la
de David, el androide que siente curiosidad, morbo, por la humanidad, los
sentimientos, las sensaciones, y que en su búsqueda de entender o descubrir
situaciones, experimentará a placer.
Meredith Vickers (Charlize Theron) como la
estirada y fría comandante de la nave, guarda un secreto que se revela al
final. Su personaje, a partir de la mitad, se desdibuja notablemente. El resto
de los personajes son de difícil rememoración, no están bien construidos, no
conectamos nunca con ellos, su muerte o existencia no repercute en el ánimo de
la platea, y los minutos siguen pasando.
Por otro
lado, la pregunta principal: “Quién nos creó” se resuelve de una manera
mentecata.
Las secuencias finales de David movían más a la risa o la
contemplación un tanto extrañada del curso de los acontecimientos. Y no tiene
que ver con las escenas en sí, sino con el armado de celofán en que se
encontraban envueltas.
Un armado
poco convincente que no justifica ni hila un concepto tan poderoso como el
origen de nuestra especie.
Prometheus
termina con más preguntas que respuestas, lo que no sería malo si dichas
preguntas calaran hondo, que no es el caso. También concluye con la promesa de secuelas, y con la certeza de que los 150 millones de dólares gastados y el nombre de Ridley
Scott en el poster no garantizan el resurgimiento de una franquicia a la que ya
de por sí se la había exprimido hasta el hartazgo y que reclamaba una inyección
de adrenalina, creatividad y genio para que valga la pena desempolvarla.
Lo que
tenemos es un producto entretenido con escenas vistosas, secuencias en algunos
casos muy buenas, el chorro
pegajoso que siempre nos encanta ver, la mano de Ridley Scott que convierte a
este producto pipoquero en algo un poquito más “estiloso”, y nada más.
No será el
filme de culto que se esperaba, ni un referente de la ciencia ficción. Será la
promesa fallida de un Ridley Scott que desde hace más de una década nos entrega
productos un tanto desangelados y sin la chispa que lo hizo conocido.
Lo mejor: Entretiene, y es dentro de su nicho visualmente superior al promedio.
Lo peor: que guión más horrible
La escena: la secuencia inicial y la de Rapace, las grampas y la cuestión quirúrgica.
Lo más falsete: David al final, la capacidad de los científicos y el maquillaje de Guy Pearce.
El mensaje manifiesto: Uno elige en qué creer
El mensaje latente: Creer no es saber
El consejo: Mirala entendiendo quiénes son los guionistas.
El agradecimiento: Que dentro de todo no es aburrida.
Lo mejor: Entretiene, y es dentro de su nicho visualmente superior al promedio.
Lo peor: que guión más horrible
La escena: la secuencia inicial y la de Rapace, las grampas y la cuestión quirúrgica.
Lo más falsete: David al final, la capacidad de los científicos y el maquillaje de Guy Pearce.
El mensaje manifiesto: Uno elige en qué creer
El mensaje latente: Creer no es saber
El consejo: Mirala entendiendo quiénes son los guionistas.
El agradecimiento: Que dentro de todo no es aburrida.
CURIOSIDADES
- Gemma Arterton, Carey Mulligan, Olivia Wilde, Anne Hathaway, Abbie Cornish and Natalie Portman fueron consideradas para el rol de Elizabeth Shaw.
- Fue filmada con la RED EPIC
- El director de fotografía Dariusz Wolski, responsable de películas como Piratas del Caribe, El Cuervo y la Alicia de Tim Burton, fue el que sugirió a Scott que Prometheus se trabajará en 3D.
- Cuando Scott y el estudio deciden revisar el guión se lo mandan con un mensajero a Lindelof. El mensajero le informa que tiene que leerlo en ese instante y devolvérselo al tiro, ya que existía un celo profundo de Scott sobre la confidencialidad del guión.
- Al principio se la trabajó como una precuela, pero luego se manejó como un filme que se desarrolla en el mismo universo de Alien y que a decir del director comparte un mismo “ADN”, pero que no están relacionadas profundamente. Más o menos como un primo lejano.
- James Franco fue considerado para el rol de Holloway.
- Noomi Rapace tuvo un entrenador personal para que la ayudara a lograr el acento británico de su personaje.
- Charlize Theron fue pensada para el rol de Elizabeth Shaw, rechazó la oferta por conflictos de agenda, más adelante cuando Rapace ya tenía el papel, Theron contactó a la producción porque quería trabajar en el filme, le dieron el papel de Meredith Vickers.
- James Cameron canceló su proyecto de rodar la quinta parte de la saga Alien, al encontrar similitudes en ambas historias. Por su parte, Guillermos del Toro, postergó indefinidamente “En la montañas de la locura” por iguales motivos.
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