miércoles, diciembre 12, 2007

FiloZOOfía

YO, DEMOCRÁTICO
Instrucciones desde todos los flancos, para defender la democracia y hacerla prevalecer.
1.- “Para preservar la democracia, hay que corretear a sospechosos de ser collas. Si habla como colla, camina como colla, luce como colla, entonces es…Masista” (Unión Juvenil Cruceñista)

2.- “Salvaguardar la democracia es importantísimo, por eso lo primero es taponarse bien los oídos, no contratar ni a traductor de sordomudos, debatir con el espejo y jugar solitario, eso sí hay que largar a los milicos de vez en cuando, no vaya a ser que la democracia desaparezca y nosotros no nos demos cuenta” (Gobierno)

3.- “Como esa Constitución es ilegal, la democracia nos llama a lo más ilegalmente posible, contrarrestar la ilegalidad con un llamado ilegal a la desobediencia civil, a la resistencia civil, así ilegalmente nos autonomizaremos autónomamente, como es nuestro sueño. Cualquier sugerencia en el marco de la ilegalidad, se acepta, eso sí de forma muy democrática” (Comités Cívicos Opositores)

4.- “La democracia no incluye a oligarcas, medialuneros, cívicos, unionistas, logieros y perros, porque no son mayoría” (Evo Morales Ayma)

5.- “La democracia no incluye indios, pobres, analfabetos y macacos, porque son mayoría, pero nosotros tenemos más plata, y ya se sabe que con la plata baila el macaco (Rubén Costas)

YO, HUELGUISTA

1.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Indígenas)
2.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Gremialistas)
3.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Cívicos)
4.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Unionistas)
5.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Oligarcas)
6.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Sindicatos)
7.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Amas de casa)
8.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (estudiantes)
8.- No me escuchan, ni me hacen caso….así eternamente, en un vicioso y huelguero carrusel.

YO, ELITISTA
5 maneras de marcar status
1.- Mi colchón de huelga es Rosen y mi carpa la compré en Multicenter
2.- Los indios deberían trabajar para tener algo y dejarse de joder, son unos flojos
3.-Cristian Urresti murió en los enfrentamientos de Cochabamba, ¿cómo se llamaba el campesino?
4.- Macaco? Pero si eso no es insulto
5.- No entiendo porqué se van a España

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Estamos cansados. Basta de filoZoofía, recordemos lo que la historia nos ha enseñado. Para finalizar, una perlita gracias a un comentario de Mauricio en un blog.


lunes, diciembre 10, 2007

Me gusta el rock, el maldito rock
Por: Mónica Heinrich V.

Parecía que no iba a tener convocatoria, pero los de La Renga consiguieron juntar más gente que Molotov. O por lo menos, eso me dio la impresión. Llegué al boliche a las 21:00, no había mucho público aún.

Los argentinos que llegaron en buses desde el hermano país, ya estaban acomodados y habían decorado algunos sectores de Sonilum con sus consabidas telas, con esa devoción propia de ellos en torno a sus artistas. Se podía leer desde mensajes con referencias al fútbol, hasta algunos con contenido social, como el que estamparon en una tela celeste encaramada en lo alto de las graderías que tenía un dibujo del Che Guevara y una frase que rezaba: Muerto el perro NO se acabó la rabia.

Una mezcla interesante de público adolescente, casi infantil, con jóvenes y muy adultos compartían el previo a un show del que nunca se había gozado por estos lares.

Primero salió a escena el grupo local Anomalía, alrededor de las 21:20. Hicieron un show de unas tres canciones, en que los chicos le metieron power, pero con unos problemas de sonido que ya se estaban haciendo notar desde ese momento. La presentación pasó sin pena ni gloria, con una fría acogida de los presentes.

Luego subió Track, que hizo un recorrido por sus temas más conocidos, en ese momento el sonido mejoró notablemente, de todos lados la gente empezó a correr y a acercarse al escenario, para escuchar a la banda cruceña. El Ave Fénix fue coreado por todos los presentes, así como Levantate Vago. Los mensajes melódicos a Evo Morales, también estuvieron presentes durante toda la velada...lo que algunos nos preguntábamos era si La Renga, haría alguna mención a la situación política del país.

Ya como pasadas las 22:30, empezó el show de los argentinos. El escenario estaba decorado con un fondo casi andino, una tela pintada a mano con colores terracotas de montañas, quizás aludiendo a su tema Montaña Roja. La enorme batería de La Renga que estuvo cubierta con un trapo negro cuando tocaban los locales hizo su aparición, mientras los primeros acordes hacían temblar Sonilum y el público se concentraba en el centro, mostrando que eran más de los que parecían en un principio.

Chizzo (vocalista y guitarra), demostró que su voz ronca y gutural no pasa de moda, Gabriel Iglesias en el bajo, mostró una agilidad dramáticamente intensa en comparación con su frágil figura, y el baterista hacía temblar el piso del boliche.

En un principio, los temas elegidos para abrir el show forman parte de sus últimos trabajos, por lo que gran parte del público se encontraba disfrutando, pero sin poder participar activamente del despelote.

Luego vinieron los clásicos como: El Rebelde, El Blues de Bolivia, Una triste canción de amor, y un tema especialmente dedicado a Pappo: Viva Pappo, que contó con la guitarra de un músico invitado, un gordo al que no le caché el nombre, pero que hizo de las suyas. Cerraron con La balada del diablo y la muerte y Oscuro diamante. Además, los argentinos nos regalaron la intervención de dos saxos y una quena, redondeando un show de mucho nivel.

Mientras tanto la gente deliraba, se veía una gran bandera argentina de varios metros que era traída y llevada por todo Sonilum acompañando los temas más conocidos, estaba gente que bailaba desenfrenada en una apoteósica expresión de felicidad.

Lo malo fue que tuvieron problemas de sonido (ya anunciados en el show de Anomalía), durante sus primeros temas, pero que fueron subsanados. Aparte de eso se trató de uno de los mejores conciertos de rock a los que he asistido. Músicos de cabo a rabo, que no se guardaron nada, y que se sacaron la mierda, con generosidad, sin aspavientos, atendiendo pedidos de bis y tocando como sólo ellos saben hacerlo. Sí, nos gusta el maldito rock.

jueves, diciembre 06, 2007

DIOSES DE LA DANZA
Por: Mónica Heinrich V.

Distrayendo un poco la atención sobre nuestra dolorosa situación política, les dejamos este regalito de fin de semana para mostrar que existen cosas lindas en el mundo aparte de las confrontaciones.

Como ya dije en el post de Julio Bocca, hay otros dos bailarines a los que considero lo mejor de lo que me ha tocado ver: Joaquín Cortés y Farruquito.

Tuve la oportunidad de hacer un viaje a Europa en el 2002, en esa época hice hasta lo imposible por conseguir unir fechas y lograr ver a Joaquín, como dice un amigo (sí vos puej Ricardo), mi "sueño mojado". No había nada que estuviera en mi ruta. Nada. Escribí a sus encargados de prensa, al manager, a su club de fans, me faltó escribirle al Papa. Pero nada.

Me topé por casualidad y encima googleando al rival (Joaquín), con la presentación de Farruquito y su espectáculo Alma Vieja. Averiguando sobre él, descubrí que este muchacho, entonces de tan sólo 20 años, era considerado tan bueno o mejor que Joaquín. Mejor, decían, porque su flamenco era más puro y no contenía fusiones con el baile clásico como acostumbra Joaquín. Además había sido nombrado como uno de los hombres más bellos del mundo, gracias a sus hermosos y elegantes rasgos gitanos. Dije: "Bueno, algo de flamenquito veré".

Resignada, reservé entradas, y esperé con ansias el momento. Era el 5 de enero de 2003. Un impresionante teatro (Teatro Victoria) servía de antesala a su presentación en Barcelona. Impresionante, no por sus instalaciones que de hecho eran cuando menos pasables, sino por estar abarrotado de un encendido público, creando un ambiente de mucha intensidad. El espectáculo comenzó y era verdad, Farruquito era el flamenco en su estado más puro. Un flamenco sucio, duro, violento, descarnadamente hermoso, vitoreado, aupado por un público rendido ante su magia. Fueron casi tres horas de ensueño, donde el teatro literalmente tembló entre aplausos, olé, y gritos.

Alma Vieja, fue un espectáculo en el que intervino, como era de esperar, gran parte de la familia de los Farrucos. Entre ellos madre, primos y hermanos de Farruquito. Músicos al vivo, improvisaciones, hermoso vestuario y una energía equiparada entre artistas y público, hizo de esta presentación algo inolvidable. Farruquito y los suyos nos transportaron al alma vieja del flamenco. El video que sigue es un extracto de Alma Vieja, Farruquito es el que aparece al principio, pero tienen que chequear al rubio, ese es el hermano menor de Farruquito, que tiene 17 años en esa presentacióm. El otro chico es su primo, muy joven también. Miren la fuerza para patear, para desplazarse, para girar, magia pura.

En ese momento, todavía estaba lejano el día en que se descubriría que Farruquito fue el autor del atropello de un peatón en un paso de cebra, provocándole la muerte por omitir socorro y huir del lugar. El caso fue bastante publicitado, me dio mucha pena porque el chico es joven, pero cometió un error lamentable que le costó la vida a otra persona. Se hizo un juicio y se lo condenó a prisión. La prensa literalmente lo linchó, lo tildaron de canalla, hijo de puta y otros. No sin razón, su actitud tampoco ayudó a mejorar su ya maltrecha imagen. Aunque al principio le dieron libertad condicional, tuvo que entrar en prisión como cualquier mortal y cumplir su condena. Esperemos que pague su culpa y su arte siga siendo una bendición en el futuro.

Bueno, después del show de Farruquito quedé en estado de euforia. Lo anecdótico es que como parte del tours pasábamos por París, y yendo en un metro vi la valla que anunciaba un espectáculo de Joaquín Cortes a principios de febrero. Me quedé babeando como estúpida, me puse roja (como es mi estilo), lagrimeé, me atonté, hasta que me dije: "Sos una burra, es tu imaginación". A los dos días vi otro poster pegado en un muro parisino, y ahí me tocó pararme en media calle en trance hipnótico frente al afiche, completamente idiotizada, algo similar a lo que me ocurrió cuando vi el poster que anunciaba el show de Julio Bocca en Santa Cruz, la diferencia es que no tenía celular para llamar a nadie y contarle "la buena nueva", como sucedió con Bocca. No podía creerlo, llevaba años esperando ver a Joaquín. AÑOS. Tuve que hacer de tripas corazón y quedarme un par de semanas más de lo esperado, con todo lo que eso significaba económicamente y con respecto a otros compromisos en Bolivia. No podía dejar de ver a Joaquín. Contaba los días, jodía a todos los que estaban conmigo diciendo que no se iban a arrepentir, que iba a ser la noche de sus vidas, creo que estaba más radiante que mujer encinta.

El momento llegó, recuerdo que me sentía como quinceañera yendo a su primera cita. El teatro, en este caso, era magnífico (Palais Royal de París). La organización impecable, mucho más fría e impersonal que el ambiente familiar respirado en el show de Farruquito. El público no estaba conformado por gitanos y entusiastas seguidores del flamenco, sino por estirados franceses y amantes de la danza en general. Mientras se esperaba, los músicos ensayaban y se veía una pantalla gigante con unas cuantas escenas de Joaquín.

Las luces se apagaron y tuve mi tan soñada primera cita con Joaquín Cortés. Amor a enésima vista. Elegante, bien vestido, acompañado de unos músicos espectaculares, meticulosamente perfecto. Acá entre nos, no pude evitar sentirme algo decepcionada. Comparado con el de Farruquito, el show de Joaquín resultó más académico y estudiado, aunque el gitano se dio mañas para conquistar a un público que no le regalaba ni un "ole". Ya para el final se los había echado al bolsillo a todos, mientras mis acompañantes bostezaban y me decían: "Nada que ver oye, de lejos mejor Farruquito".

Ni siquiera hizo su incursión entre el público que había visto en su DVD millones de veces. Ni respondió al pedido de bis que la platea reclamaba. Lo justifiqué, sin embargo, porque en su último baile me pareció notar que se lastimó la pierna derecha. La primera cita pasó, sentí la tristeza, el comienzo del duelo. Después de todo, había matado una ilusión...

Debo reconocer que fui tan ñoña que lloré, echada en mi almohada de hotel, a las 4 de la madrugada, derramé unas cuantas lágrimas. No ese llanto de fan ridícula...sino una tibia emoción ante la belleza que el arte brinda...y claro, ahora me quedaba buscar otras quimeras.