lunes, marzo 19, 2012

LOS HIJOS BASTARDOS DE LA BRUJA DE BLAIR

Por: Mónica Heinrich V.


La vida es así. A alguien se le ocurre poner una venta de anticuchos en su cuadra y después tiene a tres crispines vendiendo anticucho por la misma zona. 


En 1999, El proyecto de la bruja de Blair se convirtió en la influencia a beber si querías hacer una película cámara en mano que transmita la sensación de “realidad”: Un falso documental. 


Mockumentary le dicen los gringos, o también found footage  y nuestros asustados amigos de Blair no fueron los primeros: Woody Allen, Peter Jackson y otritos ya transitaron por esos inciertos caminos, aunque ninguno alcanzó la notoriedad que se cocinó en Blair.


Recuerdo que cuando la vi quedé fascinada con los profusos “Oh, my god”, así como los mocos de los protagonistas y todo aquello que nos indicaba que estaban cagados de miedo en pleno monte. La pasé teta.


Tengo el libro (reliquia) y seguí la campaña viral. The Blair Witch Project me pareció lo más inteligente que había hecho gente sin talento en mucho tiempo. 


De los involucrados, como ya se preveía, poco o nada se sabe ahora. Los directores siguieron haciendo huevadas relacionadas al género del “terror”, pero sin el factor sorpresa que los acompañó en su debut. La actriz protagónica se cansó de vagar por Hollywood esperando que sus 15 minutos de fama se alarguen. Ahora se dedica al cultivo de marihuana y esito sería. 


Señores, las cosas siguen su curso natural.


Desde entonces, los hijos bastardos de la bruja de Blair desfilan sin pudor. Así vimos Paranormal Activity, una de las peores del mundo mundial. Cloverfield, REC, Quarantine, Borat, Bruno, y una larga lista  de títulos son parte de esta lluvia de iluminados proyectos en los que se decide "sorprendernos" con esas falsas verdades.


El 2012, en solo tres meses ya me he visto 4 películas (MUERAN MALDITOS, MUERAN), y cada vez que me daba cuenta que estaba ante una historia contada como mockumentary quería botarme por las escaleras del cine y estrellarme contra la pantalla gigante. 


Los Desacados podrían cantar Paren de venir, pero mientras sigan apareciendo habrá que compartir con ustedes esa penosa experiencia. Aquí van las reseñas por orden de desgracia:


GRAVE ENCOUNTERS o cómo hacer que los fantasmas sean poco interesantes


Unos tipejos apodados The Vicius Brothers escriben y dirigen esta horrible (fue horrible) película acerca de un equipo de filmación que hace programas sobre presencias paranormales en locaciones específicas. 


El grupete se mete a un psiquiátrico abandonado, en el que supuestamente suceden “cosas raras”. Las cosas raras son 95 minutos de tu vida perdidos irremediablemente, sustos tópicos y elementales, y un argumento estúpido que te hace sentir estúpido. 


En esta bosta se gastaron medio millón de dólares que insisten en ponerlo como “bajo presupuesto”. 


Bajo mi asqueada mirada, esa cantidad de plata comparada con los resultados obtenidos solo puede parecer la inversión más cara de la historia. 

La culpa la tiene el Festival de Tribeca, que además de darle reseñas favorables hizo posible su distribución. 


Cuando supe el detalle, fue el único momento de mi existencia en que me permití odiar un poquito al gran Robert De Niro (uno de los fundadores del Tribeca Film Festival).


Con tantas películas para ver, con tantas películas que hacen cola o que son rechazadas en el Cine Center para ser exhibidas, justo nos llega Grave Encounters…


Fue una noche deprimente.


THE DEVIL INSIDE o cómo hacer que el diablo luzca pelotudo

En esta película de William Brent Well, no solo nos emputa ver OTRO mockumentary, sino que encima nos lo encajan con OTRA historia sobre exorcismo. Típica disyuntiva creo/no creo. Dios viendo algún partido de Barcelona mientras el diablo hace desmanes por el mundo. 


Según el póster “es la película que el Vaticano no quiere que veas” y debo decir que es la primera vez que el Vaticano  y esta servidora están de acuerdo. 


Una tipa cuya madre cometió un triple homicidio durante un exorcismo, viaja años después a Italia para reencontrarse con ella. 


María Rossi (la madre) está recluida en un hospital psiquiátrico que pertenece al Vaticano. La hija está acompañada de un camarógrafo que grabará todo lo que suceda para crear un documental sobre la truculenta historia.


Desde el inicio deseás que el diablo se aparezca y barra con todos. Ese es tu espiritual deseo. La película es larga, aburrida, mal filmada, llena de los clichés del género, emputante, y con un final que algunos críticos piensan que es el peor de todos los tiempos. 


Aquí parto lanza a favor de The Devil Inside. Aunque es malísima, creo que no puede usurparle el lugar a otras producciones que llevan lo malo hacia un talento nato, hacia arte puro.


También llega una reflexión sobre el mercado local o nuestro amoroso público cruceño. The devil inside, así mala como es, lleva ya varias semanas en cartelera, eso indica que la gente sigue yendo a verla. Es como la cagada de Adam Sandler Jack y Jill que sigue en cartelera después de más de un mes de su estreno.


Esa pastilla roja matrixiana nos dice que la culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer. 


CHRONICLE o cómo hacer  que los superhéroes sean villanos


Si ya en los casos mencionados, el elegir el mockumentary como estilo nos parecía rebuscado y una excusa para tapar falencias de bajo presupuesto y justificar look de película chota, en Chronicle es donde deseás más profundamente que no se hayan decantado por ello.


La historia con la que Josh Trank debuta tanto en guión como en dirección, no está tan mal como las anteriores: Tres adolescentes adquieren superpoderes luego de estar en contacto con un objeto desconocido. Estos poderes se vuelven más fuertes cada día y los chicos deciden crear reglas para no hacer mal uso de ellos. 


El argumento de cómo uno de los chicos, cuya madre padece de cáncer y cuyo padre es un abusivo alcohólico, empieza a corromperse es muy atractivo. Como atractiva es la forma que el director usa para contarla. No lo de las pinches cámaras, sino los climas que crea para mostrarnos esa caída en desgracia y la impotencia de los otros dos personajes.


Filmada con la cámara ALEXA, aunque se simula que las imágenes corresponden a la Canon Xl1 y a la Canon Vixia HF, Chronicle es la crónica de un descenso a los infiernos. No está mal, de verdad que no. El problema es que hacerlo al estilo mockumentary más que ayudar, perjudica. Pudo muy bien filmarse sin eso, y la historia quedaría más intimista y jodida. 


Aún así, con sus baches y su despatarre final, este hijo bastardo de la bruja de Blair resulta por lo menos digerible y tiene un je ne sais qua que la hace interesante.

 

Josh Trank a sus 27, es el director más joven de la historia del cine en tener una película como número uno en la taquilla. Le sigue Spielberg quien a los 28 encubró a Jaws,  y  James Cameron que a los 31 lanzó su Terminator. 


Si esto sirve de barómetro de algo, podemos inferir que a Trank le esperan cosas gigantes. Mientras tanto, ya se prepara la secuela de Chronicle (esperemos que sin la camarita) que no ha confirmado la presencia de Trank en los créditos, puede ser que esto se deba a que Hollywood ya le echó el ojo y le están ofreciendo de todo. 


Suerte para Trank y más suerte para una secuela que no debería ver la luz del proyector.


PROJECT X o cómo hacer que un loser sea más loser

Esta película es estúpida, te hace sentir estúpido, pero la pasás estúpidamente bien. En el caso de Project X, todo el despelote, caos y demencia que sucede en pantalla queda más que justificado haciéndolo mockumentary. 


De todas las que vi este año, es la única en que digo, sí...bueno, sólo pudo ser filmada así.


Tres amigos considerados unos nadies en la escuela, deciden celebrar el cumpleaños de uno de ellos por todo lo alto. La idea es hacer la fiesta que sea la madre de todas las fiestas. Una fiesta que marque un antes y un después en sus vidas sociales y que los convierta en leyenda.


Lo que comienza como una jugarreta termina en un desastre de proporciones épicas que a la luz de la adultez y la madurez que sólo la edad puede brindar te hace exclamar: No se puede ser tan pelotudo! pero que seguramente a los chicos menores de 20 o aquellos adultos cuyo desarrollo cognitivo quedó disminuido en algún festejo carnavalero, les va a parecer lo máximo. 


El mensaje final es más o menos que tenés que actuar como un tipo acomplejado, lameculo de tus pares, sexista y sin absultamente nada de personalidad, para triunfar socialmente. No importa el costo real, sino la fama pasajera. Hermoso.


Obviamente que esta jodita ya se les antojó a algunas criaturitas del señor y las réplicas de la película han comenzado a aparecer desde que se estrenó. La última ocurrió la semana pasada en una fiesta en Seattle donde un adolescente murió baleado cuando el descontrol fue el descontrol y no solo la joda pintoresca que Project X promueve.


Más allá de los cuestionamientos (in) morales que se pueden hacer del film, es imposible no partirse de risa con algunas escenas como las del gnomo y el dedo, el perro saltando en slow motion, los desnutridos y freaks guardias de seguridad, y muchas más. 


Nina Nourizadeh fue el elegido para dirigirla. Este es un filme de estudio, sacado de una lluvia de ideas, cuyo objetivo era lograr lo que se logró. A Nourizadeh le ofrecieron la dirección porque tiene en su currículum spots de ADIDAS con temática fiestera que gustó entre los productores. 


Se filmó en 25 noches con un presupuesto estimado de 12 millones de dólares. Por lo menos no es tan chota como las dos primeras y es imposible aburrirse.


Así termina el hall de la infamia. Ojo, no es que esté en contra del mockumentary o el found footage, de hecho si el filme está bien logrado con esa onda, todo bien, lo de menos es la forma.  Pero el 90% de las veces el recurso cansa y aburre. 


Habrá quien me diga: DEJA DE VERLAS. Pues no, siempre trataré de ver todas las películas que se me crucen por delante, sean buenas o malas, aburridas o entretenidas, porque nunca se sabe cuándo te podés sorprender. 


Es la magia del cine.

viernes, marzo 16, 2012

DESPUES DEL NAPALM
Por: Mónica Heinrich
Tres estaciones, es la primera película filmada en Vietnam con capitales americanos después de la guerra. Su director Tony Bui, un debutante que pasó casi la mayor parte de su vida viviendo en USA (desde los 2 años) y nos entrega este film intimista en el que intenta plasmar su mirada como mestizo, como un hombre que pertenece a dos mundos y casualmente ambos mundos son histórica/culturalmente antagónicos.

La empecé a ver muy entusiasmada, porque estaba laureada por el Festival de Sundance de 1999 y también tenía una que otra mención en el de Berlín...entonces me dije: "Ajá, veré algo de altura, de nivel", y era verdad, estaba ante un filme muy muy hermoso visualmente. El único problema es que mientras avanzaba, me aletargaba y empezaba a desvariar imaginando cómo escribirían los vietnamitas, si esas canciones las vendían en un soundtrack, qué tan difícil sería cultivar loto en mi jardín y hace cuánto no veo un episodio del pájaro loco.

Dura casi dos horas plagadas de silencios y de una bellísima (mucho) fotografía. Lisa Rinzler que ha trabajado en Pollock, Love Liza y otros filmes de bajo presupuesto, es quien pone su firma a las imágenes que se convierten casi en protagonista.

Tres estaciones se refiere a las historias paralelas que se dan en torno a un hombre adulto, una campesina y un niño.

El hombre adulto es Hai, un ciclotaxista que en sus correríos se enamora de una prostituta de lujo, que a su vez lo único que anhela es engancharse a un gringo para salir de su miseria.

La campesina es Kien An, se dedica a la recolección de la flor de loto, y trabaja para un viejo poeta a quien la lepra le ha consumido las manos y está acabando con su rostro (lo que hace que no salga nunca de su casa).

El niño, es un vendedor de chicles, cigarrillos, encendedores, etc., a quien le roban su caja en la que vende la mercancía. Fanático del pájaro loco, le dicen Woody porque lleva una raída y patética remera con el dibujo del pajarraco en cuestión.

Además está el personaje interpretado por Harvey Kietel (quien también produce la peli) un tipo que tuvo su affaire con una vietnamita cuando era soldado y que dejó su semilla en Vietnam, por lo que ahora quiere recuperar a la hija que nunca vio.

Todas estas historias se entrecuzan, pero OJO, no es el entrecuce que se suele dar donde las historias se cruzan porque la una afectará a la otra, acá son cosas mínimas, que si le compran una cosa al niño, que si el ciclotaxista tiene de pasajero a alguno, que si a la vendedora de loto le compran una flor...cosas de esas...
Tres estaciones, entonces, ahonda en una crítica, que pretende ser severa pero que resulta ingenua, ante la realidad vietnamita después del conflicto bélico con los gringos. Se hace alusión a la invasión de la cultura occidental mostrando panorámicas de un mural de Coca cola, o las pelis de western, o que la vendedora de loto no puede vender sus flores debido a que las flores de plastico conquistan su mercado, la afluencia de turistas, incluso hay una alusión a Apocalipsis Now. La idea es que el choque entre el Vietnam tradicional, el de antes y la globalización, han puesto a sus habitantes ante la disyuntiva de luchar por mantener sus valores milenarios o dejarse seducir por todas las vacías vanaglorias del mundo moderno.

Posee un guión muy bonito, matizado con algo de poesía y mucha melancolía por la cultura vietanamita, tanto por lo que fue como por lo que es. Se nota también la incertidumbre y la preocupación por la pobreza que azota al país, así como la necesidad de esperanza...en ese sentido creo que a pesar de las carencias que como planteo de historia pueda tener...es pura y hermosa.

Como dije la fotografía es bellísima y vale por sí sola su visionado, y la banda sonora ayuda mucho también. Supuestamente actúan grandes celebridades del cine vietnamita, aunque a mí en algunos casos no me dejaron muy satisfecha.

La dirección de Tony Bui es buena para ser una ópera prima, aunque insisto en que le faltó un planteo de la historia donde exista más ritmo y se tome en cuenta que el espectador es un ser pensante, sensible a los brazos de Morfeo.

Tres estaciones, con esa pausa que puede irritar a algunos, rescata al Vietnam de antes y comprende al Vietnam de ahora. A pesar de su optimismo o de su lirismo que apunta a la esperanza, hay algo profundamente triste en esta película. Es más, veo las fotos y me sigo sintiendo triste.

Después del Napalm, nunca fueron los mismos.

CURIOSIDADES
- Está dirigida por Tony Bui, quien salió del país cuando tenía 2 daños, cuando volvió a Vietnam como adulto quedó tan impresionado que decidió hacer una película.
- Después de esta película no volvió a dirigir, fue debut y despedida.
- Dirigió Tres estaciones cuando contaba con 26 años.

jueves, marzo 15, 2012

LA CANCION DE MARCY
Por:Mónica Heinrich
¿Se acuerdan de la serie Full House? Esa en la que salía John Stamos y las gemelas Olsen interpretaban a Michelle Tanner. ¿Se acuerdan? Pues las gemelas Olsen tienen una hermana menor, la que antes de esta película era designada como "la hermanita de las gemelas Olsen" y la que después de esta película es reconocida como Elizabeth Olsen.

Martha Marcy May Marlene supone el debut de un veinteañero Sean Durkin, quien en el pasado hizo dos cortos y ahora se lanza a las grandes ligas con un filme pequeño, cuidado y muy interesante.

Martha (Elizabeth Olsen) es una adolescente que no encaja en su familia rota (padres muertos, hermana en universidad, rebotando entre familiares para que la acojan) Se intuye que a merced de esta sensación de desarraigo, empieza a buscar su lugar en el mundo.

Como el mundo no es un lugar muy adecuado para buscarte solo, la chica cae en medio de una secta.

Cuando digo secta ya todos comprenderán la envergadura del tema. Martha aterriza en una alejada comuna rural habitada por unos cuantos hombres y unas cuantas mujeres. Al principio absolutamente inocente, feliz de encontrar un lugar tan bonito con gente tan buena.

El discurso manejado por el grupo va desde elevar tu experiencia de vida hasta convertirte en maestro-líder purificándote a través de actos que son todo lo contrario a la pureza.

Al no tener nada y al ser recibida en un concepto "familiar", Martha se siente reconfortada.

Los vacíos de la existencia se llenan siempre con ilusiones, pero esas ilusiones al ser sólo ilusiones, tarde o temprano lastiman.

Martha comienza el filme escapando, huyendo, presa del terror después de estar dos años viviendo bajo ciertas reglas y haciendo cosas que la "familia" le dice que están bien, pero que ella sabe que están mal.
Marcy May es el nombre que le da Patrick (gran John Hawkes), el jefe de la familia, para anularla como Martha. Ese bautizo tiene como única finalidad vulnerar su ya frágil personalidad y marcarla como algo perteneciente a ellos. Como Marcy May se verá expuesta a duras experiencias. Como Marcy May terminará buscando refugio en casa de su hermana Lucy, tratando de volver a ser Martha.

Marlene es el nombre que adopta cuando alguien de afuera llama por teléfono, Marlene es como el símbolo de ser parte absoluta de ese oscuro sistema, de tener el alma corrupta y de ser una de ellos.

Narrada de manera muy poética y sobria, Martha Marcy May Marlene intercala el pasado y el presente en elipsis temporales muy bien conseguidas.

Vemos a Martha en el presente, y es a través de la Martha dañada, jodida, y rota que conocemos a Marcy May y a Marlene. Los flashback nos muestran lo que nuestro morbo imagina o aguardar ver. ¿Qué pasa en la secta?¿Cómo vivía?¿Qué cosas hizo o la obligaron a hacer?

A ratos me imaginaba a la familia de Charles Manson, y pensaba que el director se pondría más cojudo mientras el filme avanzara, pero Durkin la tiene clara.

Al escribir él mismo su guión, decide no irse por lo exagerado ni lo evidente, sino por lo ambiguo, por la insinuación, por la provocación. Sí vemos cosas jodidas, pero no están subrayadas, lo más perturbador se encuentra en la Martha de hoy, en ese abismo en el que se encuentra hundida.

El daño ya está hecho y parece irreparable.

La perfecta vida de Lucy y su esposo, es otro lugar donde ella no encaja, Martha Marcy May Marlene no tiene dónde ir.

Hay mucha gente que objeta el final. Sí te deja con la sensación de "Y?", pero esa ambiguedad también funciona y acompaña al tenor del filme. Creo, por ahí, que la historia se desinfla en su última media hora, puede ser, eso no quita que esta ópera prima tenga momentos intensos, bellos y muy bien filmados.
Elizabeth Olsen está sencillamente genial. Graduada en Arte y Teatro en Nueva York, seguro dará sorpresas como actriz. Además de hermosa, es talentosa y este año podremos verla en Luces Rojas de Rodrigo Cortés, entre otras.

A ella la acompaña un elenco muy bien pensado que refleja en gran medida ese perverso mundo. Un perverso mundo que a simple vista puede lucir limpio y puro.

Martha Marcy May Marlene, es un filme para tener en cuenta. En ella su protagonista se resquebraja ante nuestros ojos. Busca su origen, pero la persigue un pasado que poco a poco hace un presente imposible.

LO MEJOR: bien filmada, y un gran debut

LO PEOR: a ratos se desinfla y el final puede ser decepcionante

LO MAS FALSETE: ...

LA ESCENA: cuando Lucy y su marido están en la cama y Martha aparece; cuando finalmente Martha se quiebra luego de la sospecha hacia el chico del bar.

EL MENSAJE MANIFIESTO: buscar a veces es perder

EL MENSAJE LATENTE: sentirte solo en el mundo es jodido

EL CONSEJO: vela, vale la pena

LA PREGUNTA: ¿cuántas personas estarán viviendo como Martha Marcy May Marlene?

CURIOSIDADES
- Se filmó en 20 días
- Elizabeth Olsen audicionó dos veces para el papel, y comenzó a filmar dos semanas después de ser aceptada.
- Los nombres de Marcy y de Marlene son parte de dos canciones de Jackson Frank. Incluso durante el filme Patrick (John Hawkes) interpreta Marcy´s Song, que pertenece a Frank.
- El guión fue escrito desde el 2007.
- El director afirma sentir influencia por La semilla del diablo de Polanski.
- El proyecto fue desarrollado en el Laboratorio de Guionistas y Directores de Sundance en 2010
- Ganó premios en Sundance y en Cannes.

miércoles, marzo 14, 2012

WE ARE THE WORLD (PARTE 7)

1) EL AMOR (Samuel Aranda, 2011)
33 años pasó Ali Abdullah Saleh a la cabeza de Yemen. 33 años. Era, junto a Gadafi, el político cuya gobierno fue más largo por esos trechos. Las revueltas populares y una incipiente guerra civil producto de su tentativa a quedarse en el poder hicieron que el susodicho salga tostando del país y tenga que renunciar. En ese momento pidió disculpas por cualquier deficiencia que su regimen pudo tener en tanto tiempo. Era el 27 de febrero del 2012.
Esta foto fue tomada por el español Samuel Aranda, durante los desmanes que se sucedieron el año pasado en Saná. Se trata de una madre que acuna a su hijo. El 15 de octubre grupos tribales se manifestaron contra Ali Abdullah Saleh, hubo enfrentamientos y disparos, en medio del caos los heridos se refugiaron en una mezquita que convirtieron en improvisado hospital. Hasta allí llegó la mujer de la foto a buscar a su hijo, y una vez lo encontró herido de bala, lo sostuvo entre sus brazos.

2) LA MASACRE (Ivo Saglietti, 2011)
En julio de 1995 ocurrió uno de los hechos más sangrientos de la Europa moderna, unas 8000 personas fueron asesinadas durante la guerra de Bosnia. Este asesinato se llevó a cabo por unidades del Ejército de la República Serpska y por un grupo paramilitar serbio conocido como Los escorpiones.
La masacre ocurrió en una zona considerada segura por la ONU, murieron hombres, mujeres y niños.
15 años después, Ivo Saglietti toma esta fotografía.
Familiares lloran en el cementerio del centro memorial de Potocari. Recuerdan el doloroso pasado, un pasado en el que aún no se pueden cerrar heridas.
Los muertos fueron tantos que la identificación de los restos todavía sigue vigente.
El fotógrafo aclaró que su intención no es denunciar, sino remover conciencias sobre un mundo lleno de víctimas, víctimas de la violencia, del poder, de la intolerancia.


3) HACINAMIENTO (Andrew Biraj, 2011)
Un tren atestado de gente llega a la estación de Dhaka, Bangladesh, donde otros pasajeros esperan para subir. Es la víspera a las fiestas del sacrificio (Eid al Adha). Millones de habitantes usan los medios transporte en una ciudad que tiene actualmente más de 13 de millones de personas.


4) PRISIONEROS (Fernando Moleres, 2011)
Hace mucho leí que en Inglaterra se estaban planteando la necesidad de poner escaleras eléctricas en las cárceles, esto para facilitarle la vida a los reos que son mayores y para quienes las escaleras comunes son un suplicio. Así piensan los ingleses, en otros lugares no sólo no se piensa en escaleras eléctricas sino que las cárceles están lejos de ser un elemento o vehículo de punición que luego reintegre socialmente al preso.
En Sierra Leona, por ejemplo, el fotógrafo Fernando Moreles narró su experiencia en fotografías. Allá hay cárceles como la de Pademba Road, atestadas de jóvenes en muchos casos menores de edad que pueden pasarse años presos sin condena esperando su juicio.
Sierra Leona es uno de los lugares más pobres del mundo, donde habitan los pobres entre los pobres y cuya esperanza de vida es apenas entre 45 a 48 años.
Y es paradójico que de un lugar tan pobre con presos tan desgraciados se extraigan diamantes, caros y luminosos diamantes. Los diamantes de sangre que son vendidos fuera del país y que no contribuyen a paliar la pobreza.


5) LA MUSICA (Andrew McConnell)
Y para cerrar de manera optimista, esta foto me sacudió el corazón. Se trata de Josephine Nsimba, una mujer de 37 años que vive en Kinshasha, Congo. Josephine es parte de la Orquesta Filarmónica Kimbanguiste, la única Filarmónica de Africa Central. En el día vende huevos, por la noche ensaya.
La foto es hermosa, por un lado Josephine con su chelo y su partitura, practica feliz y por otro vemos la pobreza, la suciedad, el caos de su entorno.

martes, marzo 13, 2012

VIVO EN MEDIO DE LOS MUERTOS
Por: Mónica Heinrich V.

¿Quién no se ha levantado un día y se ha sentido absolutamente emputado de sólo ver el yogurt en la mesa del desayuno?

¿Quién no ha visto “crecer” a amigos a su lado, y ahora los observa y no reconoce a los niños que fueron?

¿Quién en su adolescencia no soñó con hacer “grandes cosas” y acabó cumpliendo un horario de oficina, sumido entre grises paredes?

¿Quién no desafió al sistema y ahora le besa el culo a gente que detesta, y cumple con normas sociales que antes aborrecía?

El Inadaptado refleja eso y más. Este filme noruego me llegó de manera casi providencial. Lo había pescado en Cinemax el año pasado, pero tras ver una sola escena me di cuenta que se trataba de una gran película y no estaba dispuesta a echarla a perder viéndola por partes.

Finalmente el sábado pude verla completa, y quedé encantada. Una fábula urbana que retrata con corrosivo humor una sociedad que ha cambiado lo afectivo por lo material, y cuyo concepto de la felicidad se traduce en una vida rutinaria, cómoda, sin sobresaltos, sin dolor, pero sin grandes alegrías tampoco.

Andreas es un tipo cualquiera que llega a una ciudad cualquiera de una manera cualquiera. En medio del desierto está la pequeña estación donde un viejo cuelga en ese mismo instante un letrero que dice: “Bienvenido”. A lo lejos llega el bus que trae a Andreas como único pasajero aparte del conductor. Andreas será el Inadaptado.

Ni bien Andreas baja del autobús, el viejo procede a descolgar con igual rapidez el letrero de “Bienvenido”, lo saluda y lo traslada a una moderna ciudad. Andreas es contador, lo reciben sin grandes ceremonias, le dan una oficina, un trabajo relativamente fácil y técnicamente todo marcha sobre ruedas. Al tiempo se integra a sus colegas, se involucra con una mujer bonita, inteligente, y la vida sigue su curso.

Pero algo no anda bien. Es raro. No hay niños por las calles. Las parejas se besan con los ojos abiertos. No existen muestras de euforia o de excesivo dolor. Las personas se mueven sin emociones, ajenas a cualquier sensación afectiva.

El tenor de la película se resume en una escena en que Andreas va a una discoteca y descubre consternado que después de tomar muchos tragos, el alcohol no le hace efecto. Va al baño y otro hombre le dice detrás de una puerta, desde el inodoro…”Nada tiene sabor. Solía gustarme el chocolate caliente, y ahora no siento el sabor. Nada tiene sabor a nada. Y se supone que el chocolate caliente es rico. Oscuro y sabroso. Sólo imagine el olor. No es sólo el chocolate caliente. Es un ejemplo. No es rico. Y es lo mismo con todo. Chocolate caliente, mujeres hamburguesas. Nada tiene sabor”.

Andreas va descubriendo poco a poco que esta nueva ciudad le va chupando la sensibilidad. Está todo “bien”, es todo “normal”, pero EL no es feliz. No se adapta a esas frías situaciones, no consigue conectarse con sus “amigos” a los que sólo les interesa comprar objetos, empieza a mirar extrañado a la mujer con la que convive, a la que sólo le interesa redecorar la casa , indiferente a sus emociones, a lo que Andreas siente o quiere de la vida.

Andreas está desconectado de todos y de todo. Y esa desconexión es plasmada en la película de manera simbólica en increíbles situaciones, que nacen de la nada y cuando menos uno lo espera. Los demás ven a este obtuso reaccionario como a un ser marginal, para ellos es un idiota, o en todo caso un peligro hacia el buen ambiente que han cosechado ¿No les parece sencillamente fascinante?

Yo observaba embobada la pantalla, no podía creer que una película de esta naturaleza haya pasado casi inadvertida en muchos lados. Una obrita de arte con la que no es difícil, para nada, identificarse…salvando las distancias.

Lo que hace Jens Liens (el director) es tejer una historia donde con maestría ataca todos los tumores de las sociedades modernas, el consumismo como búsqueda de satisfacción, el guardar las formas como elemento necesario para formar parte de un grupo de amigos, el fingir dicha en una relación de pareja en la que uno no se siente ni lleno, ni conforme…el postergar o relegar partes de tu personalidad, para tratar de encajar en lo que LOS DEMAS consideran como “felicidad” y lo más tétrico: las absurdas relaciones que uno a veces alimenta como parte de ese gran “todo” al que supuestamente hay que pertenecer, pero que ni teniendo la más encantadora sonrisa de empleado de McDonald, realmente se pertenece.

Mientras la película transcurre uno siente muchas cosas, se replantea otras (quién lo diría) y consigue despertar al freak que se ha dormido a pierna suelta en tu interior, al rebelde que colgó la bandera de paz o de “arriba las armas”, al idealista que se transformó en cínico, al romántico que se conformó con un haz de luz pudiendo buscar el sol…y al aventurero que odia llegar a su empresa transnacional todas las mañanas.

Andreas, el Inadaptado cuarentón, no se resigna a esa vida fría, gris, sin sabor…Andreas, el Inadaptado, tratará de “sentir” por todos los medios, perseguirá las emociones, la adrenalina…buscará una salida.

Narrada de forma algo pausada para algunos amantes de la acción hollywoodense, el ritmo de El Inadaptado condice con esa monotonía que aflige al personaje principal. Un ambiente opresivo, roto con delicadeza por estrafalarias situaciones.

Actuada de una manera perfecta por su elenco, donde destaca Trond Fausa Aurvaag (Andreas), este filme noruego puede llegar a enamorar a más de uno. Es dueño de una exquisita y elegante fotografía donde se nota un trabajo de arte importante. Cuenta también con una muy linda banda sonora donde incluso se pueden escuchar (sorpresa, sorpresa) temas de Los Panchos…totalmente en español! No han leído mal, temas de los panchos ambientando una película noruega.

El guión es sencillamente una joyita. Enriquecido sobremanera por una dirección de un tipo dotado detrás de la cámara. Un director que con la imagen justa en el momento justo, consigue transmitir la profundidad y el ingenio de una historia de estas características.

Por demás es recalcar lo original y creativo del argumento.

El inadaptado atrapa, seduce y claro, lo dicho…cuestiona. Lo hace en forma de risas, tristeza, miedo, y cualquier otra agridulce emoción que pueda despertar el retrato del hombre moderno.

Lo mejor: Una experiencia atípica, muy bien contada.

Lo peor: algunos dicen que el ritmo y el final abierto, pero a mí me gustó.

La escena:
cuando cavan el túnel y consigue meter la mano por el huequito que los traspasará al otro lado. También la escena del baño.

Lo más falsete:
Nada…

El mensaje manifiesto:
El mundo se está enfriando

El mensaje latente:
No te dejés enfriar

El consejo:
Mirala, no te vas a arrepentir

La pregunta:
¿Por dónde escapo de este mundo de mierda?

lunes, marzo 12, 2012

ABOUT PAYNE
Por: Mónica Heinrich V.

Me encanta Alexander Payne. Me gusta desde su película Citizen Ruth, donde una yonqui y perfecta Laura Dern quería abortar. Sí. Nada como el humor negro para alegrar la vida.

También me gustó en Election, donde Reese Witherspoon interpretaba a la odiosa Tracy Flick. ¿Se acuerdan? Daban ganas de pasarle una motosierra muta por encima.

No podemos olvidar a About Schmidt, en esa gigante escena de un Jack Nicholson que habla sobre lo emputante que es levantarse todos los fucking días de su vida y ver la misma cara (su esposa).

Ya más recientemente, Payne se consagró ante mis ojitos con Sideways, la película en la que salía Paul Giamatti de perdedor fanático del vino y la película por la que me obsesioné con el Pinot.

Payne. Payne. Payne.

Por eso es que si escuchamos el nombre de Alexander Payne, intuiremos que el cojudo hará una película con una ácida crítica hacia el tema de turno (sociedad, matrimonio, exitismo, etc.) y que nos regalará un gran guión.

Eso es lo que esperamos. Eso es lo que queremos. Eso es lo que nos ha prometido a lo larga de su breve carrera.

Y entonces se le ocurre contratar a George Clooney (actor que ocupa el puesto número 2 de actores a detestar sin motivo aparente) y hace Los descendientes.

Los descendientes nos habla sobre Matt King (Clooney) y su vida en Hawai.

Ni bien empezado el filme una voz en off (Matt) nos dice que existe otro lado de Hawai, el que no es turístico, el que no es paradisiaco, el que no es bonito y claro, que los hawainos también sufren. PARE DE SUFRIR!

Pudo hacerlo sin la voz en off como cuando David Lynch nos muestra en Blue Velvet un acercamiento progresivo hacia la vida de un elegante, tranquilo y publicitario suburbio americano y toda la mierda que se esconde debajo de esa idílica postal se va descubriendo conforme va avanzando la historia. Pudo, pero Payne elige decirlo palabra por palabra.

Elizabeth King (esposa de Matt), sufre un accidente y queda en estado vegetativo. Es ahí cuando lo terrible o las duras verdades del existir aparecen para poner a prueba a todos los hawaianos que viven y que también sufren en la no tan perfecta Hawai.

Un ni tan oscuro/ni tan perturbador secreto es revelado por lo que Matt tiene que exhibir en pantalla esa batalla de emociones que sólo disparadores de stress y angustia (inminente muerte de su esposa/sucio secreto/hijas que quedan a su cuidado/decisiones cruciales) pueden provocar. Seh. Por eso le querían dar el Oscar a George Clooney.

Pues NO! Un poco de seriedad…si se lo daban hubiera sido como cuando le dieron el Oscar a Julia Roberts por Erin Brokovich. Ya está, lo dije.

El guión es bonito, pero bonito a secas. Payne deja botado como una chancleta maloliente lo que nos dio en sus trabajos anteriores (el retorcido e hiriente humor negro), y salva a todos sus personajes de la inmolación moral.

Ajá, en Hawai también se sufre, pero la gente tarde o temprano acaba siendo buena, pura, y se comporta a la altura de las circunstancias. Ajá, la vida continua y todos somos lo suficientemente maduros para que eso suceda.

Los descendientes también habla de los descendientes, de esas familias enormes, con cargas del pasado que se transmiten de hijos a hijos, de esas historias que afectan presentes y futuros. Matt es la cabeza de una icónica familia hawaiana, Matt tiene en sus manos el futuro de lo que legaron los que ya se fueron y lo que definirá como descendientes a ellos, los que quedan. Este conflicto seduce más que el otro, el del sucio secreto. Pero Payne se inclina por el colorido absurdo que le brinda el segundo.

Aún así, Los Descendientes es una película que supera al promedio y que entrega una historia humana, simpática, sobre las relaciones de pareja, sobre la vida misma (insertar mi imagen en una ventana mirando hacia el infinito).

Actuada decentemente por el casi siempre simplón George Clooney, por Shailene Woodley como la rebelde Alexandra y por Amara Miller como Scottie, Los descendientes maneja un ritmo pausado como el oleaje del mar.

El griego Phedon Papamichael, que también trabajó con Payne en Sideways, e hizo cosas como Ides for March (Secretos de Estado) y Walk the line entre otras, es el encargado de la fotografía.

Siendo las locaciones en Hawai, el compromiso es alto y nuestro ateniense amigo cumple.

Alexander Payne, Nat Faxon (debutante) y Jim Rash (debutante) ganaron el Oscar a Mejor Guión Adaptado. No sé. Tendría que leer la novela para saber qué tan buena es, y qué tan bien adaptaron ese libro a la pantalla. Además, todavía me falta ver El Topo para decidirme, pero no sé. Las dudas sacuden como un terremoto mi escéptico corazón.

Lo que sí puedo decir, es que ya llegando al final de Los Descendientes sentía que no terminaba nunca. Los últimos quince o 20 minutos aparecían escenas que bien podrían ser cierres…una y otra vez, una y otra vez. Y nada. Ya cuando el mensajito a la conciencia llega y todo acaba, me dejó una sensación como de “al fin la acabaste”.

Payne hace una película “bonita”, pero sin esa acidez corrosiva que le hemos visto en anteriores trabajos. Sí hay escenas o personajes que nos remiten a las glorias pasadas, pero es como cuando recordás que eras joven y hermoso, porque ya no sos joven y hermoso.

Me gustó y no me gustó, y es difícil explicarlo.

Quizás se resuma en que Los descendientes trata una temática muy jodida y lo hace de una manera amable que adopta la pose de no serlo.

LO MEJOR: está bien.

LO PEOR: no termina de cuajar, y el cierre se alarga demasiado

LO MAS FALSETE: el personaje del chico, amigo de la hija. Parecía arrancado de un sitcom con la única finalidad de ponerle el supuesto humor.

LA ESCENA: hacen que verla valga la pena DOS: la de la piscina *muy bonita, y la de la puerta entreabierta cuando el viejo se despide de su hija.

EL MENSAJE MANIFIESTO: en hawai sufren, sip.

EL MENSAJE LATENTE: todo sufrimiento construye

EL CONSEJO: vela sin esperar el peliculón

LA PREGUNTA: ¿de cuándo acá esa amabilidad de Payne?

CURIOSIDADES

Presupuesto de 20.000.000

George Clooney quiso el papel de Jack en Sideways y fue rechazado por Payne. (gracias, muchas gracias)

En la novela hay una escena en que se describe a Scooter vistiendo una camiseta con las palabras: “Mrs. Clooney”

Kaui Hart Hemmings, autora de la novela, aparece en la película como la asistente de Brian, Noe.

AUSSIEBUM
Por: Mónica Heinrich V.

En la otra esquina, de lo que puede ser, pero no es…está Perfidia.

El tercer largometraje de Rodrigo Bellot era esperadísimo desde aquellas declaraciones suyas a El Deber, cuando dijo “no es una película de masas, es más bien para un público intelectual; es por eso que apostaré a distribuir esta película de manera diferente. Traeré un proyector digital desde EEUU y organizaremos un evento para su exhibición, en el que únicamente 2 mil personas puedan ver la cinta. Quiero devolverle al arte del cine la importancia que se merece, por eso el estreno será todo un acontecimiento, pues el público tendrá que asistir con traje de gala a la presentación”.

No supe si hizo la presentación o no, si cobró los 20 $us. que se planeaba cobrar, o si la gente se vistió como muñequito de torta, sólo supe de un evento pequeño creo que en el Simón Patiño donde se podía asistir con invitación.

Igual, da lo mismo cómo piensa promocionar o no su película, da lo mismo cuánto pretenda cobrar de entrada, o si él realmente cree que sólo la "intelectualidad" boliviana la entenderá y/o valorará, da lo mismo. Cada director de cine puede tener las pajas mentales que quiera sobre su obra, por algo es SU obra.

Y de la misma manera, el público puede opinar como receptáculo de dicha obra. Así que después de dos años de su estreno oficial, PERFIDIA fue presentada a público abierto en Santa Cruz.

Dicho acontecimiento se llevó a cabo en la Casa de la Cultura, a sala llena, gracias al FENAVID, festival que sin duda se ha convertido en EL festival audiovisual del país. Y meses después, ahora se presenta en las salas del Cine Center y en los MegaCenter de Cochabamba y La Paz.

Weno, cuando yo la vi, Perfidia fue exhibida como parte de las actividades especiales del FENAVID, y Bellot estuvo presentándola. La sala estaba a reventar. A mi derecha, un señor mayor que reemplazaba a compañero de butaca me preguntó: "Muestra el mundo gay, no?", sonreí encogiéndome de hombros, sin saber a ciencia cierta la veracidad de la suposición. Luces OFF.

Los grises, nevados y solitarios paisajes de Ithaca nos dan la bienvenida, mientras la voz de Andrés Barba entona una linda versión del conocido tema musical Perfidia…

Hasta ahí la película parecía derramar intimismo, y mi mente asentía aprobando el trayecto por las calles frías, en las que la soledad era LA soledad.

Vemos al personaje de Gonzalo Valenzuela, a quien algo le pasa, algo le sucede. El tono del filme nos indica que existe despecho, decepción, abandono, traición…hmmm…perfidia pues. Seh, todo promete.

Valenzuela anota una dirección, se va a un hotel, y luego vivimos escenas de la vida cotidiana, donde el espectador simplemente contempla…acompañado de planos prolijos, bonitos, cuidados.

Poco diálogo, no es cierto eso de que el único diálogo sucede al final, hay poquísimo diálogo pero ahí está. Tampoco es cierto que es una sola locación, hay varias más, sólo que la acción principal sucede en una locación.

La película avanzaba, aunque no lo parezca. La contemplación comienza a perder su efecto de bella nostalgia y se transforma en estridencia. A esas alturas, otro señor a mi izquierda decía muy fuerte: "Pesadita, no?". Reí (reímos), empática.

El público empezó a salirse. Como a la media hora, 21 personas se salieron de la sala al mismo tiempo.

Eso no es referencia de nada, lo único que quedaba claro era que la "advertencia" de que NO era un filme de características masivas, era cierto.

Los prometedores minutos iniciales se iban desinflando, la música comentaba el drama que vive el personaje, lo subrayaba con marcador fosforescente, y Valenzuela se la pasaba casi todo el filme semi "chuto", en calzoncillos, para más señas: AUSSIEBUM, marca que no conocía, pero que luego de estar casi una hora y media viendo sus diseños, ahora (macabramente) forma parte de mi inconsciente.

La película se desarrolla, y conforme se acerca el final, ya tenés conclusiones intensas. Perfidia es una película efectivamente "pesadita", dirigida a un público muy específico, con aires de cine experimental contemplativo, que está bien filmada.

Eso no hay cómo negarlo. Y a Bellot, lo que es de Bellot. Técnicamente no hay nada que objetar.

Otra cosa a destacar es la actuación de Valenzuela, que le pone dignidad a ese, por ratos, cansador paseo de la cámara sobre su cuerpo y los Aussebium, claro.

La búsqueda de presentar algo diferente podría ser parte de lo positivo, no sé donde terminan las vísceras y comienza la impostura, pero definitivamente estamos ante un producto que propone. Lo triste es que de los trabajos bolivianos decentones a nivel técnico vistos este año, esa sería la palmadita en la espalda: la propuesta.

Según el mismo Bellot, escribió este guión después de ver En la cama, del chileno Matías Bize, que también protagoniza Valenzuela. Sin embargo, En la cama, tenía cierto…hmmm…llamémosle factor, que la hacía interesante y simpática, mucho más redonda en su contenido. Digamos que En la cama, tenía su brújula bien definida sobre hacia dónde iba y qué quería como filme. Perfidia, en cambio, no termina de asentarse por ningún lado y mientras más dilata su metraje, yo como espectadora me desconectaba más.

El guión, por otro lado, crea un argumento que llega a rozar lo infantil, y la resolución es torpe y carente de emoción.

Estamos ante un conflicto que anuncia desde el principio que acabará en tragedia, encima es alargado y condimentado al final con una escena ñoña, tipo telenovela, que pretende explicar al que se lo perdió o al que no captó, la esencia de la trama.

Intelectuales del mundo, uníos.

Esto último se supone que es lo "fuerte" de la propuesta, lo "emotivo, perturbador" o lo que sea que le llamen algunos. En esto es en lo que se intenta camuflar lo vacuo. Y eso es lo que yo no podía creer. Hubo un momento que hasta dije: "Nooooooooo", mientras intentaba imaginar cómo se llegó a ese final. Es el momento en que te golpea la certeza que estás ante una película, en líneas generales, fallida.

Entonces, tenemos un filme bien actuado por Valenzuela (los secundarios están de pena), bien filmado, pero cuyo guión no consigue sostenerse y no parece pasar del experimento novel.

No obstante, he sabido de compatriotas que la encontraron fabulosa, espectacular, con incontables lecturas psico-sociales, valiente, arriesgada, irreverente y otros floridos adjetivos… sus buenos motivos tendrán. Cada película es un mundo, cada espectador es un mundo.

Por mi parte, nada…ni irreverencia, ni valentía, ni fuerte, por ahí no la entendí (insertar guiñito) o es que el mundo real depara tanta brutalidad, que ese cheesecake me supo algo rancio.

LO MEJOR: valenzuela en los famosos aussiebums

LO PEOR: redundante y el final es tan cursi como telenovela de thalía

LO MAS FALSETE: el final

LA ESCENA: la de Luis Miguel

EL MENSAJE MANIFIESTO: no siempre menos es más

EL MENSAJE LATENTE: el cine nacional necesita desesperadamente una revolución

EL CONSEJO: Vela, por ahí sos parte del TEAM "hermosa, profunda, irreverente"

LA PREGUNTA: ¿dónde estás gran película boliviana?