martes, noviembre 27, 2012

ERASE UNA VEZ UN ESPIA
Por: Mónica Heinrich V.

Las malas lenguas y hago énfasis en “malas”, dicen que Skyfall es la mejor Bond de los últimos años. Y no sé, no es que Casino Royal y Quantum Solace sean algo difícil de superar, de hecho desde que Daniel Craig es parte de la franquicia no queda mucho para rescatar de una saga a la que le sobran redundancias y le falta ingenio desde hace rato.

Igual uno va al cine siempre dispuesto a pasar un buen rato, porque no importa qué suceda cuando las luces se apagan y la pantalla se enciende la felicidad invade nuestros corazones.


Ahora nos quieren mostrar un Bond que detrás de su sucio y frío trabajo tiene un corazoncito sufriente y una historia familiar trágica. Lo compro! Quiero que el cojudo que mata gente a nombre del gobierno inglés sea un traumado, acomplejado y si se puede semi-impotente. Dios bendiga a la Reina Madre.

Skyfall inicia con una aburrida secuencia de acción, por aquello de que toda película de acción que se precie debe tener un espectacular inicio. Lo que vemos ya lo hemos visto cien veces: persecución coreografiada del bueno-bond contra un villano malo-maloso.

Al principio algo tiene que salir mal, porque estamos empezando y claro, Bond-Craig sufre un gran contratiempo que sí, es culpa de M (la gran gran Judi Dench), por lo tanto Bond desaparece del mapa hasta que algo peor ocurre.

Lo voy a decir porque para una historia que se centra en el poder del servicio de inteligencia inglés, la anécdota que sirve de base para la historia suena muy estúpida: Resulta que estos crispines tenían los nombres de todos sus agentes encubiertos (nombre real-más nombre encubierto) en un flash drive, estamos hablando de agentes que estaban infiltrados por toda Europa en movimientos terroristas, subversivos o simplemente espiando a algún país…

Sip. Han leído bien. Un flash drive…

REPITO: UN FLASH DRIVE.

No me pregunten cómo puede ser que el M16 tenga dicha información amontonada en un dispositivo de ese tipo y que encima se lo roben, pero la película nos hace creer que es posible y que el hecho no resulta una paradoja en sí mismo.

Como no puede ser de otra manera, Bond siente el llamado al campo de trabajo aún a pesar del trauma vivido al principio de la película, y buscará la manera de servir al país y a la agencia con empeño y valor.

(espacio para escuchar el himno a Inglaterra)

Por otra parte, M (Judi Dench) es cuestionada sobre las no menos estúpidas decisiones que tomó respecto a lo del flash y otros entretelones por lo que arrimados al dicho de “lo que no sirvió una vez que no estorbe dos veces”, la quieren jubilar.

Cuando Silva (Javier Bardem)  irrumpe nos regala el monólogo de las ratas y hace que valga la pena el suplicio de todo el sinsentido previo y todo el sinsentido que vendrá después.
Despelotes van y vienen, y sí…pasás un rato entretenido que si no fuera por los guionistas, y por la poca inspirada dirección de Sam Mendes, la cosa hubiera ido mejor.

Robert Wade, Neal Purvis y John Logan tuvieron la responsabilidad de escribir algo que debió ser medianamente coherente. Escarbando en la red, pues parece que aquí el damnificado fue John Logan. John Logan es el único de los tres que tiene algo de currículum, ha escrito Rango, La Invención de Hugo, Gladiador y otritas de esas. Wade y Purvis se han dedicado a vivir de la franquicia y su trabajo como guionistas se reduce a las distintas entregas de Bond, conté alrededor de 5 participaciones. Pues dicen que Logan tenía un guión escrito y que luego les recortaron presupuesto y Logan fue expulsado de la trinidad, cuando fue expulsado o se expulsó, según él mismo mantuvieron algunas ideas que aportó, pero Wade y Purvis metieron su cuchara también. Así tenemos Skyfall después de no sé cuántas revisiones, recortes y retoques.

Es un híbrido que en muchas partes nos hace exclamar WHAT THE FUCK! Ejemplo: Viene un SPOILER gigante así que el que no la vio, sáltese al siguiente párrafo. Decía…la tal Severine que le tiene pánico a Silva, va y lleva a Bond al refugio del tipo sin más ni más, y muere de la forma más inoficiosa del mundo. Otra: nunca queda claro cómo hace Silva para escapar tan campante de su prisión, tampoco tiene sentido que M, cabeza del M16, una vieja loba de mar inescrupulosa y a la que no le tiembla el pulso para decir: DISPAREN…vaya y se meta a una casa descascarada con Bond y su guardabosques a esperar a Silva. O sea, qué mierda se supone que es eso.  Y luego cuando “escapan”, se van en la negra noche con su linternita….como una señal de faro para Silva. Hermoso. Y Silva qué onda, le quitan dignidad con eso que más o menos resulta en un “mommy please love me”. Al final, no hay triunfo de Bond porque si Silva lo que quería era poner al M16 de cabeza, matar a la vieja y matarse él, TODO se cumple tal cual sus deseos. Pelotudo Bond.
FIN DEL SPOILER

Bueno, ustedes saben que uno de los distintivos de la saga son las mujeres-adorno que suelen ponerle sexualidad a cada entrega, seh…la típica de macho galán necesita mujeres lindas para revolcarse mientras salva al mundo (Simone Beauvoir araña su cajón). En Skyfall a falta de una hay dos principales,  dos “chicas Bond”. Una es Berenice Marlohe interpretando a Sévérine, una prostituta aterrorizada por Silva, y a quien hacen aparecer como la full bomba sexy, pero cuya interpretación deja mucho, mucho que desear; y otra es la jamaiquina Naomi Harris, Eve en la película, cuyo papel no termina de calar ni como la ayuca de Bond ni como su amante ocasional.

Si podemos objetar las interpretaciones de ambas actrices, no sucede lo mismo con Judi Dench, a quien da lo mismo si la vemos como la cojuda M o como una señora de la tercera edad tratando de empezar de cero en la India (Hotel Marigold), la doña sabe actuar. Lo mismo va para Javier Bardem, a quien en algún momento podemos sentir desafinado o “raro” pero que luego la sensación pasa y te conquista. Lo único que no me gustó fue el pelo. Horrible, parecía peluca de 2 pesos.

Daniel Craig al que ahora se le exige menos esterilidad interpretativa, nos sigue dando exactamente lo mismo de siempre, o sea casi nada. Lo siento, por ese lado no hay mucho que contar.

Si hablamos de dirección, Sam Mendes aún no encuentra su lugar en el mundo. Tuvo una muy buena acogida por la interesante American Beauty, y después una seguidilla de películas entre regulares y aceptables. En Skyfall se nota una estética por ahí más aspiracional que la que suele usarse en la franquicia, pero definitivamente no es una película inolvidable, ni mucho menos una a la que el director haya conseguido dotar de una personalidad que la separe diametralmente de las anteriores.

Sin embargo, hay algo para estar contentos: la dirección de arte y la fotografía. Una gran dirección de arte que debido a sus locaciones en 5 países tuvo a 6 personas a cargo con un resultado sobresaliente. Lindísima, alegra la pupila y el corazón, cosa que no sería posible si no viniera acompañada por la gran fotografía de Roger Deakins cuyo currículum como director de foto de La Duda, No es país para viejos, El Lector, El asesinato de Jesse James, El Gran Lewosky y Fargo, entre muchas más, dan una garantía inobjetable a la parte visual del filme. Gran gran fotografía que se luce en el edificio cuando Bond tiene su encuentro con el mercenario, también cuando llega al casino, la escena de la isla y claro, toda la parte del tiroteo.

Skyfall no será todo aquello que prometen algunas críticas, y claro nos dejará pensando en tanto profesional nominado/ganador al Oscar amontonado ahí medio al huevo, pero igual entretiene sin mayores tribulaciones.

Película pipoquera, a la que no se le puede pedir nada más que ser la veintitanta entrega de James Bond.

Lo mejor: Bardem y su monólogo de las ratas. Puso ideas bonitas en mi cabeza.
Lo peor: Bien pelotuda.
La escena: El encuentro con el mercenario y lo de las ratas. Seh…me gustó esa idea…
Lo más falsete: Lo mencionado dentro de los spoilers
El mensaje manifiesto: Si el coco viene metete debajo de la cama.
El mensaje latente: Cría cuervos y te sacarán los ojos
El consejo: Vela sin mayores expectativas
El personaje entrañable: Silva. Amé.
El personaje emputante: Las chicas Bond, y Bond: separados y juntos.
El agradecimiento: que a pesar de intentar con todas sus ganas ser insoportable, se deja ver.

CURIOSIDADES
Se filmó con la ARRI ALEXA L, PLUS, y STUDIO, además de la RED EPIC como segunda unidad para las escenas de acción.
Es la película número 25 de la saga James Bond, la 26 si se cuenta una hecha para televisión y la 23 con Eon Productions.
En 50 años de películas Bond, es la segunda en que Bond es herido de bala.
No tiene ninguna relación argumental con las dos entregas previas que protagoniza Daniel Craig.
Es la primer entrega que no usa como hilo argumental lo escrito por Ian Flemming.
Sam Mendes quería trabajar con Kevin Spacey para el papel de Silva, pero el actor tenía conflictos de cronograma, finalmente el papel lo tomó Javier Bardem.
Daniel Craig estaba preocupado porque a sus 43 años encontraba que ya no estaba en el estado físico necesario para hacer de Bond, tuvo una preparación física de 6 meses antes de filmar.
Ben Bishaw es el cuarto actor que interpreta a Q.
La primera James Bond en ser lanzada en formato IMAX.
El tema principal de la película se llama Skyfall y es interpretado por Adele.
Se filmó en cinco países: China, Turquía, Japón, Inglaterra y Escocia.
Un tercio del presupuesto de la película proviene de acuerdos comerciales para mostrar marcas como: Coca Cola Zero, Bollinger Champagne, relojes Omega; joyería Swarovski; Honda Motorcycles; Jaguar & Land Rover; Sky TV's , televisores Bravia, computadoras y laptops Vaio; Xperia tablets & smart-phones, the Sony Xperia TL phone y Heineken, entre otros.
Según Sam Mendes, el filme fue influenciado por la saga de Batman creada por Cristopher Nolan.
Sam Mendes tuvo una relación amorosa con la actriz Rachel Weisz que ahora es esposa de Daniel Craig.
Presupuesto de 125 millones de dólares, una de las más baratas de la franquicia y la que más éxito tuvo en la taquilla internacional.
La actriz Berenice Marlohe, que interpreta a la sexy Severine, comentó que Daniel Craig era muy tímido y que en la escena de la ducha estuvo nervioso y no quería quitarse los calzoncillos, ella tuvo que convencerlo para hacer la toma completamente desnudos.
Después del éxito del filme, los fervientes fans del agente 007 no han podido contenerse y han agotado las existencias del famoso bulldog que M, la directora del MI6, tiene en su escritorio.
Se filmó en 127 días.

miércoles, noviembre 14, 2012


AZÓTENLOS!
Por: Mónica Heinrich V.
Admiro a E.L. James, la admiro. Es imposible no admirar a una mujer que se hace rica y famosa gracias a una obra menor escrita con la nalga izquierda. Sí, encima una obra surgida como un homenaje a esa saga mortífera llamada Crepúsculo que gracias a Dios vive sus últimos estertores. Pero visto lo visto, creo que subestimé a nuestra querida Stephanie Meyer (autora de Crepúsculo). Visto lo visto, Meyer no es lo peor que le puede pasar a la literatura o al género “basura literaria”: Best-seller.

Ahora llega para todos nosotros la señora E.L. James que convierte a su novela Cincuenta sombras de Grey en lo peor que he leído en los últimos años, CONTANDO CREPÚSCULO. Y mientras Crepúsculo convencía a las adolescentes y púberes de que los amores imposibles entre mamertas y vampiros pijos eran lo más romántico del mundo, Cincuenta sombras de Grey desmitifica una relación normal/saludable/donde hay amor propio y seres pensantes; y  nos dice que una relación irreal con personajes tipo modelos de Victoria Secrets, y sus “rebuscados” encuentros sexuales es lo más top. Pone la vara alta (alta y dura si seguimos la línea metafórica del libro) presentando personajes que dan ganas de vomitar,  y que hacen ver las pornos como una opción honesta y necesaria.

Valoro su poder de mover a las masas a adquirir y devorar el libro, ya sea por el morbo de la carga supuestamente sexual de la trama o la propaganda mentecata de que es el Harry Potter de la literatura erótica. Sin embargo, no ofendamos a la dignísima J.K. Rowling, que Rowling por lo menos escribe, y escribe bien.

No podemos decir lo mismo de E.L. James a quien si le pagáramos un dólar por cada vez que a su protagonista femenina le dicen “nena”, o habla de la “diosa interna” que lleva dentro,  o le dicen como a un perro entrenado “Bien hecho, chica”, tendría más plata en el banco de la que ya tiene.

Quizás sería bueno preguntarse por qué de un tiempo a esta parte los productos enfocados a resaltar la “liberación femenina”, la experiencia sin complejos y sin tapujos del sexo desde la óptica de la mujer, vienen envueltos en un celofán rosa que bien analizado solo pone a la mujer en la postura de boba suplicante esclava sexual, que en el fondo de su corazón necesita a un pobre cojudo para ser “bien cogida” y claro, si ese “favor” te lo brinda un don como Christian Grey, que es asquerosamente guapo, asquerosamente millonario, asquerosamente misterioso, los “detallitos” que en otro crispín…digamos un cartero con la nariz deforme, te harían dejar tu silueta estampada en la pared, en Grey parecen asquerosamente fascinantes. Seh…más semen aspiracional para el mundo.

Recapitulemos: Anastasia Steel es una virgen de 21 años, sin ninguna experiencia de nada, de hecho es como si hubiera vivido en el monte rodeada de osos cariñositos y personajes de Disney. Conoce a Christian Grey un joven empresario, multimillonario, que inexplicablemente queda prendado de ella y decide invitarla a firmar un acuerdo sexual. En el acuerdo sexual él será el Amo y ella La Sumisa, teniendo ELLA que cumplir los deseos y demandas del Amo: Sadomasoquismo Express.

El libro de más de 500 páginas dedica su lectura a los pajeos mentales de la protagonista sobre aceptar o no aceptar el acuerdo, así como los encames ocasionales en vistas de firmar el documento. Luego, siguen más encames ocasionales sazonados con la más aburrida selección de diálogos sin sentido, aburridos encuentros sexuales donde queda claro que para la autora el sexo salvaje, desenfrenado y sin prejuicios pasa por una serie de reglas, avisos de cómo serán las cosas, confirmaciones si uno la pasó bien, charlas post-coitales de risa y la re-confirmación sobre si uno se encuentra en buenas condiciones luego de tanto “ajetreo”.

Como los dos protagonistas son bellos y sobre todo flexibles: Física, moral, emocional y filosóficamente, la autora cubre su carencia de argumento con un más bien paupérrimo escenario sexual donde saca a la luz esposas, fustas, fisting, sexo oral, anal, juguetes y otros como si se tratara de una revelación al mundo. Oh, sí! hay otras formas de coger aparte del misionero!

Además, para que Grey no quede como un pelotudo sado-stalker con mucho tiempo libre, con un cuadro obsesivo compulsivo que requiere urgente medicación, y que dado el perfil en la vida real hasta tendría problemas para mantener erecciones, el chico tiene su quejumbroso y oscuro pasado. Las sombras que lo atormentan y justifican sus “gustitos”. ZzzzZzzzzZZZZZZZZzzzzzzzz

Será frecuente que Anastasia exclame profusos WOW! ante la magnificencia de la danza horizontal, de su primera vez, de su primer mamada, de lo grande que es el miembro de Grey, y cualquier otra pendejada que se les ocurra. Será frecuente que Grey hable del labio que ella se muerde y de sus actividades sexuales como si fueran lo más enigmático, creativo y original del mundo.

Son páginas y páginas de aburrimiento disfrazado de novedad donde lo peor NO es que se trate de una ficción, lo peor es que haya gente que piense que es remotamente interesante que algo así suceda en la vida real, como si la vida real y el sexo real no fuera infinitamente más variado e intenso que esas pálidas descripciones. 

Me costó un montón leerlo, de hecho tuve que leerlo en 20 días. Incrédula pasaba hoja tras hoja, a veces haciendo lectura rápida porque definitivamente no daba ni para detenerse mucho en el camino a oler las flores del campo. Por mi mente solo se pasaba un pensamiento: AZOTENLOS A LOS DOS Y DEJEN QUE SE PUDRAN AL SOL.

Y es muy curioso que la obra que nos ocupa sea un éxito. Éxito que a diferencia del obtenido por otras sagas conocidas y respetables como la de Harry Potter y hasta las de Los juegos del hambre, solo causa tristeza. Es como si las vidas sexuales que llevan el promedio de lectores fueran tan aburridas, que se emocionan como el mono que descubre el hueso en Odisea en el espacio ante esta historia soft llena de “polvos vainillas”; sí, seguramente a Grey le emputaría que llamemos así a sus aburridos y teóricos encuentros con la diligente Anastasia.

Entiendo…hmmm…la verdad no entiendo, pero respeto la fascinación que genera el libro y cubre vacíos existenciales en algunos lectores. En lo personal, y de manera subjetiva, con otros vacíos a ser cubiertos, sufrí Cincuenta sombras de Grey. Sufrí leyendo, sufrí con sus personajes, sufrí.

Más allá de la historia tan básica, tan poco trabajada, sus personajes son lineales, sin matices. Lejos de sumergirme en las aguas tibias y reconfortantes del retorcijón erótico, el personaje de Grey me parece patético, inseguro, acosador: un pelele en toda regla, y el de Anastasia es el retrato de lo que nunca debería ser mujer alguna. Y claro, el gran gran problema fue la parte literaria. La escritura es realmente desastrosa. La doña no escribe pero se gana la vida escribiendo. Y por eso digo que merece admiración, porque hace algo muy mal y encima se hace millonaria con eso.

Por ahí el entusiasmado lector de esta saga piensa que lo que no me gustó del libro es el género o que la parte subida de tono fue “too much” para quien escribe esta reseña. Error,  soy fan del género erótico tanto soft como hardcore. Tampoco es el hecho que se hable del BDSM (Bondage Discipline Sadism Masochism) digamos que Historia de O de Pauline Réage es muchísimo más impactante, o los libros de Sade se van a por todo y no se quedan en reglas aptas para ñoños o hasta los de Anaís Nin consiguen llevarte de lleno a las sombras que E.L. James apenas bocetea, sip, lo que jode la experiencia es sin duda la pobreza narrativa.

El libro tiene dos continuaciones, ya que el beneplácito de millones de lectores hizo posible que la historia de esos poco iluminados amantes continúe y hasta tenga en marcha su versión cinematográfica. EL HORROR! Creo que esta vez el escarnio es tal que me quedo en este primer tomo, no puedo continuar. No me da para continuar, no tengo siquiera curiosidad por saber qué pasa después.

Digo esto con todo el cariño del mundo y pidiendo perdón de antemano a aquellos que encontraron el libro espectacular y para quienes es su niña mimada, su ejemplo a seguir, su sexo intenso a aspirar: Cincuenta Sombras de Grey convierte a Corín Tellado en un tesoro de la literatura. Ajá. Lo dije, y hasta he revalorizado el éxito de Coelho.

NO hay nada más que agregar.

LINKS PARA LEERLA ONLINE
Seh, ahórrense unos dólares y si aún tienen ganas de ver qué onda, léanla aquí: http://leerlibrosonline.net/50-sombras-de-grey-por-e-l-james/

Para quienes deseen el ejemplar en físico en la librería El Ateneo (Design Center al lado de Sonilum) pueden encontrarla.