jueves, junio 07, 2012


AIHOOOOOOOO
Por: Mónica Heinrich V.

Los hermanos Grimm la rompían. Tenían muy claro lo que descubrió el poeta William Blake más o menos por la misma época, que “la crueldad tiene corazón humano y la envidia humano rostro“.

Allá entre 1812 y 1815 escupieron al mundo un compendio de cuentos donde madres abandonaban hijos, niños eran secuestrados y asesinados de brutales formas, padres querían casarse con sus hijas, y locas villanas envenenaban a imaginarios némesis. Tierno.

La pacata burguesía de antes (y seguro, la de ahora también se nos despeinaría) vio en los escritos originales demasiado “horror”, así que a pesar de las negativas de los Grimm a modificar su obra, a pesar de explicarles a esas mentes estrechas que NO eran cuentos infantiles, al final tuvieron que hacer concesiones, quitarle el sexo, bajarle los decibeles al gore y hacer como que los finales bonitos existen.

Uno de esos cuentos era Blancanieves. Esa cojuda fue inspirada en otros relatos de larga data, los Grimm hicieron su versión más oscurita. La censura cambió cosas como que la mala sea su madrastra y no su madre, dizque para no dar una imagen de la madre tan negativa. Y así algunos detalles más.

Para aquellos que no les gustó nunca abrir un libro, ni siquiera con dibujitos, Disney hizo posible que se conozca la historia  a través de su película animada Blancanieves y los 7 enanitos. Revolucionaria para su tiempo, se convirtió rápidamente en un clásico.
Una Blancanieves media inútil, a la que por su belleza intentan asesinar, a la que un cazador le perdona la vida, a la que unos enanitos cobijan para que les lave y planche los calzones, a la que la malvada bruja deja durmiendo, a la que el zopenco del príncipe despierta con un beso. Esa misma, la que cantaba con los pajaritos en su balcón, la entrañable con enanitos entrañables, ganó un Oscar honorario por su innovación. Era el primer largometraje animado y a full color.

Este 2012, la niña del pelo negro y la piel blanca, regresa. Por si fuera poco, llega elevada al cuadrado, o sea: en dos versiones.

No es la primera vez que Hollywood lanza dos productos similares casi al mismo tiempo. Recuerdo cuando en un mismo año tuvimos que ver Volcano y Dante´s Peak, o Antz y Bugs Life o Deep Impact y Armageddon o Infamous y Capote, etc.. Estos gringos no se inmutan por pisarse la manguera, al contrario.

Así y todo, un encuentro tipo las cholitas luchadoras entre Mirror, Mirror y Blancanieves y el leñador, no vendría mal. Algo donde veamos correr la sangre y el ganador derrote a su contrincante entre gritos de dolor y por knock out.

En una esquina tenemos a Tarsem Singh, conocido en la industria por sus comerciales, sus videoclips y por un estilo propio a la hora de hacer sus películas.

He visto toditas: The Cell, The Fall, Inmortals y ahora su visión de Blancanieves. Si algo lo caracteriza es que sus trabajos son visualmente hermosos, en parte gracias a una dirección de arte sobresaliente. Su peor falencia es que sus argumentos a veces carecen de contenido y la puesta llega a verse demasiado plástica.

En Mirror, Mirror, el director nacido en la India se decanta por una versión más caricaturizada, luminosa, ñoña, en la que el humor intenta ser una veta a explotar. En el aire se percibe sus ganas de hacer algo “diferente”, y arriesgarse a pleno, se puede escuchar una voz de niño emocionado que grita desde un peñasco: VAMOS A PASARLA CHANCHO. La pregunta es: ¿Lo consigue? Mirror, Mirror es diferente pero desgraciadamente la fórmula nunca termina de cuajar. Su grandilocuencia kitsch no engancha con un producto difícil de incorporar emocionalmente. 
Julia Roberts como la madrastra malvada, Lilly Collins (hija de Phil Collins) como Blanca Nieves y otros que de tan poco memorables pasan sin pena ni gloria, son parte de un elenco destinado a mejores cosas. Mientras Julia Roberts se ve bastante extraña jugando a ser la mujer más hermosa del mundo, Lilly Collins encarna a una optimista, dulce y poco atribulada Blanca Nieves.

La historia sigue lo ya conocido, con algunos cambios o adaptaciones: los enanos no son mineros sino bandidos, el príncipe es muy estúpido (escena del perro para el bochorno), la tal Blancanieves no da pie con bola. Y el espejito-espejito solo puede indignar y hacer que nuestros recuerdos infantiles se suiciden en masa.


Si algo se puede decir de Mirror, Mirror es que es inofensiva. No es una película para odiar, tampoco una que se convertirá en peli de culto o de referencia. Sus aires de grandeza que esconden un guión endeble le quitan cualquier oportunidad de llegar a la gloria, los tres motivos para verla son: 1) Una hermosa dirección de arte 2) Un hermoso vestuario a cargo de la japonesa Eiko Ishioka, quien murió de cáncer, por lo que se trata de su último trabajo y 3) para los niños parece ser muy divertida, para los adultos es medianamente entretenida.

Tarsem nos entrega una resultona pero tímida aproximación al universo Grimm.

En la otra esquina, nos golpea Rupert Sanders, tufillo emo dark de por medio con: Blancanieves y la leyenda del cazador.

Rupert ganó la palma de oro en Cannes, dentro de la competición publicitaria. Con este filme, el joven inglés debuta en las grandes ligas cinematográficas. A él le entregaron un presupuesto de 170 millones de dólares. A él le encargaron un proyecto destinado a las masas y con el objetivo claro de ganar público adolescente. La idea es darle un vuelco a la historia, quitarle un poco su aire a cuento de hadas y pasarlo a un tono sombrío y tétrico.

El problema es que al igual que en Mirror, Mirror todo se queda en fastuosa envoltura. Ni Tarsem lleva su irreverencia visual a algo más allá del absurdo, ni Rupert cruza la línea de una oscuridad real.

A esto se le suma que a nivel de argumento, Blancanieves y la leyenda del cazador abandona a los Grimm con cada minuto que avanza y se convierte en muchas cosas.
La elección de Kristen “mohín” Stewart como la desafortunada doncella no es fallida si se piensa solo en lo físico, aunque haya quienes crean que entre ella y la Charlize, pues no había competencia alguna y el espejo andaba más ciego que Mr Magoo al declarar a Kristen como ganadora. Lo peor de la susodicha llega en el apartado actoral en que queremos desaparecerla de la faz de la tierra. Kristen repite a su Bella Swan (Crepúsculo), a la que construyó con dos expresiones: la cara de fatalidad, que puede confundirse con estreñimiento o la de asombro, sin darle absolutamente ningún matiz o personalidad a su papel.

A Charlize Therón que por lo general es una actriz más que correcta, le juega en contra una dirección que le regule el histrionismo del que hace gala al representar a la bruja malvada. Porque para mí (gusto personal) en general está muy bien, mejor que el resto, solo que a ratos se le va la olla, y queda desafinada.

Chris Hemsworth, alias THOR, es el cazador. Cambia el martillito por un hacha y se convierte en el obvio galán de la película. O sea, no vas a llamar a Thor para que le espante los mosquitos a Blancanieves. Pero sí lo vas a llamar para que se pelee el amor de la protagonista con galán 2. Sam Caflin es el otrito, para que Kristen-Bella no pierda la costumbre de los triángulos. En la película su nombre es William y es amigo de la infancia de Blanquita.

El tono para contar esta historia es que todos sufren por su suerte: La bruja con un pasado triste, el cazador con un pasado triste, el hermano de la bruja con un pasado triste, los enanitos con un pasado triste, la gente que se topan con un pasado triste, sí, sí, ya entendimos todos sufrieron y están tristes o traumados. Emos.

Cuando la trama deja de ser completamente de los Grimm, por mi mente se sucedían nombres que podían explicar lo que veía en pantalla: Juana de Arco, el Señor de los Anillos, Krull, hasta hay una escena que encendió el foquito del cuarto en el que guardo con amor a La historia sin fin.

Sí, sí. ¿Es esta Blancanieves que no es Blancanieves, recomendable? Aquí las tres cosas que pueden hacer que su visionado valga la pena: 1) Tiene una hermosa fotografía, realmente linda. No es una película más de alto presupuesto chota sin pretensiones artísticas. 2) Su diseño de arte también está muy bueno y 3) a pesar de su duración (más de dos horas a las que yo le restaría unos 20 minutos) es entretenida.

En el round final entre Mirror, Mirror y Blancanieves y la leyenda del cazador, me inclinaría más por la segunda. Ambas no son imprescindibles pero tampoco te vas a recriminar el tiempo perdido en la sala de cine como sucede con otras bazofias del nivel de Batalla Naval.

Lo que queda claro es que Walt Disney puede seguir su reposo eterno. Su Blancanieves, pura, simple, sencillita, sin efectos especiales, ni fastuosos escenarios, sigue vigente y nadie le usurpa el título de ser: la más hermosa de todas.

CURIOSIDADES Mirror, Mirror.
  • Lilly Collins audicionó para el papel de Blancanieves y la leyenda del cazador. Siendo rechazada.
  • Julia Roberts admitió que pensó: “Esto es una mala idea, una terrible idea”, pero luego se juntó con el director Tarsem, y aceptó.
  • Los tratamientos de belleza que Julia se hace en el filme son tratamientos reales ofrecidos en algunos spas del mundo, a excepción del de la abeja picando sus labios para engrosarlos. 
CURIOSIDADES Blancanieves y la leyenda del cazador
  • Este filme está pensado como una trilogía, de ahí que el final se les antoje como un final abierto. Faltan dos secuelas.
  • Un grupo de enanos actores se manifestó muy molesto con el estudio y la producción del filme porque en lugar de darles trabajo a actores realmente enanos, usaron actores de estatura media, para luego hacerlos parecer enanos con la magia de la post-producción.
  • Angelina Jolie y Winona Ryder fueron consideradas para el papel de la bruja mala.
  • Charlize abandonó el proyecto de J. Edgar (Clint Eastwood) para hacer esta película.
  • Por meses, Vigo Mortensen estuvo en conversaciones para ser el cazador. Finalmente, el papel lo rechazó.
  • Selena Gomez, Dakota Fanning, Felicity Jones, Emily Browning fueron otras de las que se consideraron para el papel de Blancanieves.
  • Kristen Stewart tuvo que superar su fobia a los caballos durante la película, la actriz tiene fobia a estos animales desde niña, cuando se fracturó un codo en un accidente. 
Lo mejor: Mirror, Mirror— animación del inicio, vestuario, arte, algunos momentos de humor; en Blancanieves y el cazador----fotografía, arte.
Lo peor: en ambas---una pretensión que no cumple con sus aspiraciones.
La escena: Mirror, Mirror---la del perro, pero por el bochorno; en Blancanieves y el cazador---el jardín de las hadas.
Lo más falsete: Mirror, Mirror---el humor que a veces no es humor y son gags demasiado usados; en Blancanieves y el cazador---el tono lúgubre que no se champa del todo.
El mensaje manifiesto en ambas: Lo kitsch, la fusión, lo grandilocuente está de moda.
El mensaje latente en ambas: el que mucho abarca poco aprieta
El consejo: el mejor homenaje a Blancanieves se puede ver aquí: http://youtu.be/RN16Wgp48MI

El agradecimiento: A los Grimm y a Disney, por sus respectivas Blancanieves.