martes, marzo 31, 2009

DOGVILLE
Por: Mónica Heinrich V.

PROLOGO

Un reconocido cantautor (del que obviaremos el nombre) desgranaba contra el universo aquella letra que decía “En estos días no hay absolución posible para el hombre. Para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega. Ese animal remoto que devora y devora primaveras.” Moniq H. escuchaba azorada e incrédula, sin embargo la constancia de que, como dice la misma canción, éstos, son días terribles, con el paso de los años y el curso de los acontecimientos, se hace cada vez más certera. Hace dos semanas Moniq tomó la decisión de acercarse a deslizar la mirada en la pantalla que muchas veces brinda alegrías, satisfacciones y embelesos. La noche, no era un prefacio de lo que sucedería en breve. Dogville comenzaba su historia con un Prólogo y continuaba con… CAPITULO UNO: Lars Von Trier y la destrucción de esperanzas
Hace muchos años que Lars Von Trier no deja títere con cabeza, hace muchos años que los que vemos sus películas, nos sometemos voluntariamente y sobre todo, fascinados, a sus ejercicios cinematográficos. Sus películas, amén de la polémica del Dogma o del no Dogma, tienen una misma característica, relatan situaciones llevadas al extremo de lo soportable, donde aflora la fauna del corazón del hombre. Por eso, mis estimados y esperanzados lectores, es que este desgarrador y desesperado metraje se denomina Dogville, saquen ustedes mismos sus conclusiones. Las casi tres horas que dura Dogville son una tortura, un martirio, un suplicio, aguantado solamente por la perenne idea de que estamos viendo arte (lo que es una verdad terrible, pero verdad). Lo que nos lleva al…


CAPITULO DOS: Te cuento un cuento
Dogville arranca como una historia bastante coloquial, aparentemente. Un pueblo tranquilo donde todo tiene su sitio y su lugar, es interrumpido en su cotidianidad por la llegada de una desconocida, Grace (Nicole Kidman). Grace huye de gente que parece querer hacerle daño, por lo que los dogvilleanos (previa consulta comunal) deciden darle cobijo, no sin poner unos cuantos peros. Como Grace cuenta con el apoyo incondicional de Tom (Paul Bethany), el “idealista” del pueblo, la relación Grace-Dogville y Dogville-Grace tiene desde el principio que basarse en ciertos códigos. Códigos que, una vez enmarañada la trama, deben ser (típico de vos Lars) llevados al extremo. Esto quiere decir que…

CAPITULO TRES: La importancia de la escena
El argumento ya comentado previamente, supone algo sencillo desde el punto de vista argumental, pero recuerden que estamos hablando de Lars Von Trier y que este señor no iba a ser tan prosaico de reducir el argumento a eso. Entonces, ya contando con el golpe emocional de la simple historia, Von trier elige una puesta en escena desprovista de escena, es decir, se vale de una especie de fondo teatral donde los escenarios no existen realmente a no ser por ciertos dibujos en el piso hechos con tiza, y otros elementos que representen parte del mobiliario del pueblo. El efecto está tan excelentemente construido que después de vista la película, recordaba escenas “completas” es decir con las flores, árboles y paisajes reales. Se le cuestionó el no haberla filmado en blanco y negro, e inteligentemente aclaró que si ya hay un elemento extravagante que puede ser algo chocante para el espectador, sería un error filmarla en blanco y negro porque lo distanciaría más de la cuenta. Entonces nos vamos al…


CAPITULO CUATRO: De capítulos y otras excentricidades
La película se divide en 9 capítulos y un prólogo. Lo de los capítulos ya lo había usado en Rompiendo las olas, y bueno, tampoco ha descubierto la pólvora, sin embargo tiene un efecto importante. Cada capítulo contiene un título que aviva y acrecienta el efecto de lo relatado y de lo que queda por relatar. Una voz en off es cómplice frío e insensible del relato, de hecho el tono de voz es ligero, como si te contara algo cuasi obvio, tangible, de la cultura popular. Y…

CAPITULO CINCO: Personalizar los personajes
Dogville está muy bien actuada, desde el papel que interpreta la cada vez más solicitada Nicole Kidman, hasta los papeles menores como el del mecánico o el granjero. Paul Bethany que ya ha trabajado en Una mente maravillosa y recientemente en The master comands, hace una representación elocuente y convincente de Tom. El resto de los personajes pululan (sí, PULULAN) alrededor de Kidman de manera macabra y da gusto encontrarse otra vez con la olvidada Cloe Sevigny o con Lauren Bacall, a pesar de no ser tan felices circunstancias.

CAPITULO SEIS: Desfallecer, esa es la consigna
Puedo decir que asistí cada vez más asqueada y, sobra decirlo, desesperada, a la proyección de Dogville. Al principio estás tranquilo, pero si ya conocés a Von Trier, sabés que cualquier rato te da el golpe de gracia. Mientras avanza, cada paso, cada capítulo, cada escena, empieza a provocar un hormigueo y una ansiedad que se acrecienta, alcanzando su clímax más o menos a partir de la mitad de la película. Ya cuando pensás que no hay más que decir, el horror se incrementa, y vos tenés la leve tentación de abandonar la sala. CAPITULO SIETE: Final acreditado
El final llega de una forma brutal, los créditos refuerzan y atestiguan una vez más el significado de la palabra Dogville, los perros muestran los dientes, los perros muestran su falta de humanidad, de raciocinio, los perros pueden atacarte, y a pesar de todas esas verdades, qué pena dan los perros, qué triste es su vida, qué soledad, qué miseria, qué desgracia ser perro!

CAPITULO OCHO: Sutilezas y desbarajustes
Dogville es una oda a la sutileza, o por lo menos así comienza, llena de simbolismos y suaves acusaciones, Lars Von Trier no se equivoca en el ritmo de su película, ni en la coherencia del guión, yo, sin embargo, objeto un poco la parte final, donde los diálogos entre Grace y aquel señor, me sonaron artificiales, me sonaron desprovistos de algo llamado sinceridad.
Después de navegar en las aguas de la indirecta directa, de lo latente más que de lo manifiesto, en esos minutos eternos en que transcurre el final, no hay sutilezas, ni simbolismos, la moraleja, o el mensaje, está demasiado específico, sin que eso indique que no tenga fuerza o no te golpee igual. Te golpea, quedás envuelto en la sordidez de tan desgraciada conclusión, pero aún así, extrañé un final menos discursivo. Además, el personaje de Grace repite la dosis VonTrierana de exacerbado estoicismo ya mostrado en Rompiendo las olas y Bailarina en la oscuridad, donde los personajes femeninos son torturados hasta la saciedad, aguantando con determinación cualquier empujón retorcido y vil de sus respectivos destinos, sin que Von Trier se apiade de ellas, ni del público. Quizás el final de Grace varíe un poco la fórmula, pero sufrí demasiado con su periplo y no hacía más que recordar los periplos de Selma y de Bess.

CAPITULO NUEVE: La luz de una oscura conclusión
Llega la calma, hora de retornar al mundo, Moniq H. mira a su alrededor y ve con extraña tristeza las caras de sus compañeros de embrujo, del embrujo de casi tres horas. Hay poco que decir, o quizás mucho, transitar por el camino por el que vino y ver con desolación que las cosas parecen “diferentes”, ver que las cosas parecen más “feas”, mirar con desconfianza y tristeza a esos canes bípedos que caminan ajenos a su mirada. Choca con alguien que está delante de la puerta de vidrio que lleva a la salida, ese alguien se da la vuelta y con cortesía exquisita dice: “Lo siento, pasa tú primero”…quizás no todo está perdido.
Escrito el 16 de febrero del 2004
ALEXANDER
By: Mónica Heinrich V.

Esperé con ansias el nuevo trabajo de Oliver Stone. Yo era de las que veían el poster y se quedaba embobada pensando en los maravillosos tiempos venideros. Era de esas que soñaba con depositar mi humanidad en la butaca y ver ante mis ojitos las grandes letras de A L E X A N D E R en la pantalla. Sí, uno siempre se ata al delgadísimo hilo de la ilusión. Luego, llega la calma. A veces la esperanza se cumple, otras salís pensando que el mundo es cruel y malvado.

Primer acto: La ignorancia

¿Quién fue Alejandro Magno? La tenía bastante clara. Uno de los líderes más importantes que ha conocido el hombre y cuyo empuje llevó a su pueblo a muchas victorias. ¿Qué más? Que era un poco afeminado y pansexual. ¿Sabía suficiente? No sé (wow, sí o no que me quedó filosófico?) Bueno, mi pobre persona se detuvo ante la disyuntiva de: Averiguar o no averiguar.
O sea, ¿sería conveniente ir al cine con un bosquejo levemente edificado sobre quién era el susodicho en cuestión y así poder emitir un juicio más objetivo? Decidí que no por aquello del factor sorpresa. No es lo mismo ver El Señor de los Anillos sabiendo que Gollum va a terminar muerto en su último intento de adjudicarse el anillo, que imaginar la feliz idea de que su parte buena triunfa y puede reincorporarse a la sociedad.

Entonces era yo una hoja en blanco, un paño limpio y perfecto sobre el cual se verterían nuevas informaciones. No era Troya donde de historia no podíamos esperar nada, no. Esto era un trabajo de Stone en el cual había invertido muchos años. Valía la pena concederle el beneficio de la duda.

Segundo acto: Asumir la eternidad sin salidas de emergencia visibles
Empezó. Vemos a Hopkins repetirse una vez más, luciendo cansado y viejo. Interpreta a Tolomeo, recurso utilizado para que nos enteremos de las viejas glorias de Alexander. De ahí en más, el relato se intercalará con la figura redonda y blanquecina de Hopkins y los flash backs pertinentes que nos muestren cómo acabó el entuerto. En un inicio veremos la bestialidad del padre de Alexander representado por un irreconocible Val Kilmer, conoceremos a Olimpia interpretada por una sobreactuada Angelina Jolie y claro, mientras, el bebé crece para luego presentar a un teñido Collin Farell dizque de 17 años. Así transcurren tres horas largas con pocos aciertos y mayores desaciertos. Lo llamativo es que la historia en sí daba como para lograr un filme más redondo.

Pero vayamos por partes. Actores: Yo tenía mis dudas con Farrell. En algunos momentos de la película alcanza cierta credibilidad, pero la mayor parte del tiempo lucía forzado, artificial y poco convincente (para mí, obvio). Podemos preguntarnos quién interpretaría mejor a Alexander pero lo cierto es que no lanzaré ningún nombre, sin que esto signifique que con una adecuada producción otro actor no haya conseguido transmitir más eficazmente la fuerza de este personaje. Recordemos que a Colin nadie lo veía adecuado tampoco y, aunque con muchos altibajos, consiguió interpretarlo. El caso de Angelina es más grave, a mi parecer. Aunque Olimpia era de origen austriaco y era evidente que tenía otro acento diferente al de los demás, nadie explica eso al público. En ningún momento hay una alusión al origen de Olimpia que nos eche una luz sobre por qué la Jolie habla tan raro, recordemos que la mayoría del público no conoce bien la historia de Alexander. Independientemente del molesto acento, la actuación de la individua deja mucho que desear, llegando por momentos a la cumbre de la sobreactuación: por ejemplo, cuando le grita a Val Kilmer que en sus entrañas tiene a su vengador. Hefestión es tan anodino que no vale la pena que le dedique ni siquiera un par de líneas. Y el resto de los personajes transcurren sin pena ni gloria por la pantalla mientras los minutos y las horas pasan. Con respecto al manejo de la historia en sí misma, poco importa la exactitud de los hechos. Lo cierto es que a la película parece faltarle alma, te deja la sensación de que viste algo muy bien armado desde el punto de vista estético pero que no llega a trascender más allá de eso.

No es un filme que terminado te impulse a tratar de averiguar la verdadera historia o te anime a querer conocer más al personaje. Es más, ya cerca del final sólo esperás que termine. El aspecto controversial del filme, dizque la homosexualidad de Alexander y sus relaciones con Hefestión me pareció de lo más sosito de la cinta. Durante las tres horas se miran, se hacen ojitos, se traen ganas, se desarrolla un jueguito ambiguo donde a las claras se ve que ese par se adoraba y sin embargo todo queda en amagues. Dizque para mostrar que el amor que se tenían era de otro nivel mucho más profundo que el sexual, cuando todos sabemos que aunque el pansexualismo era visto de esa manera le daban a la matraca que daba gusto…Ni siquiera un beso de lengua que dé tela para cortar entre todos los puritanos norteamericanos jejeje.

En fin, tan es así que llegó un punto en que el público se mataba de risa cada vez que aparecían estos dos en sus escenas románticas… Como ya dije la historia se deja ver, pero nunca alcanza un clímax y deja una leve sensación de sopor.

Acto Final: La vida es un sueño
La crítica americana la destruyó totalmente. Sus actores fueron nominados a los premios Razzie como lo peor del año pasado. A pesar de que no me gustó demasiado, me parece que fue un exceso. Se vieron películas mucho peores y con actores más deficientes que en Alexander como para que sea la película más nominada a esos premios. Sin embargo, algo reconozco. Este ha sido un tropiezo en la carrera de Stone, donde su habitual profundidad para exhibir a personajes históricos quedó a medio camino. Alexander sin duda tiene sus buenos momentos, tanto en escenas como en guión, como en actuaciones. Pero desgraciadamente, en un filme de estas características no es suficiente. Más aún si dura tres horas y se supone que estás exhibiendo a un personaje como Alejandro Magno. Alguien podrá decir: “pucha pero es que mostró su lado humano”. Será verdad aunque a mí lo de Magno no me quedó claro nunca. Ese es mi mayor reclamo, que como ya dije es un filme sin alma. La recomiendo sólo para que puedan debatir sobre ella, y porque, como ya dije, tiene uno que otro buen momento.

Escrita el 18 de febrero del 2005

lunes, marzo 16, 2009

...Y LÌBRANOS DEL MAL...
Por: Mónica Heinrich V.

Un documental de la BBC (Abusos sexuales y Vaticano) daba cuenta de Crimen Sollicitationis, un documento promulgado por el actual Papa, Joseph Ratzinger, en el que se brinda protección a los sacerdotes que son acusados de abuso sexual y en el que se impone una política de secreto absoluto, para que los casos de pedofilia perpetrados por el clero, permanezcan en la oscuridad. El texto fue redactado en los años 60s y uno de sus puntos más perturbadores es que el abusado no puede hablar sobre el delito, por considerar que los actos sucedidos ocurren dentro de un contexto similar al secreto de confesión. En el 2001 se hizo un cambio, teniendo el Vaticano única autoridad para juzgar un caso de pedofilia en sus filas.

De esta manera, Ratzinger (en su calidad de Prefecto de Congregación para la Doctrina de la Fe) manejó durante años cientos y cientos de denuncias, que fueron silenciadas y que consiguieron que el prontuario de los sacerdotes abusadores aumentara, gracias a la ausencia de castigo severo y a la NO remoción de tales sujetos enfermos del sacerdocio. Durante el gobierno de Bush…el actual Papa pidió inmunidad en Estados Unidos para no ser sometido a ningún tipo de juicio que manchara su reputación, teniendo un caso abierto en Texas, por encubrimiento. Bush accedió, a pesar de que como Papa, Ratzinger ya tenía inmunidad…pero al parecer, el clero no quería dejar abierta la más mínima posibilidad.

Es así que llega hasta mí, un terrible (por lo duro) documental llamado: Deliver Us from Evil (Líbranos del mal). Lanzado en el 2006 y nominado a los premios Oscar como Mejor Documental, sacude hasta el último rincón del alma gracias al primer testimonio filmado en este tipo de reportaje de un sacerdote pedófilo.

Oliver O´Grady fue hallado culpable de decenas de casos de niños abusados. Desde principios de los 70s hasta principios de los 90s, el padre Oliver O´Grady destruyó familias enteras al violar, molestar o abusar sexualmente a diferentes niños. Como él mismo relata en el documental “Esto no debió ocurrir”, pero ocurrió. Lo chocante es que desde sus primeros incidentes, el obispo de Los Ángeles y su superior inmediato, siempre estuvieron al corriente (se asume entonces, que el Vaticano también lo sabía)…y cuando surgieron las primeras denuncias oficiales, la postura de la iglesia fue asegurarles a las familias que enviarían a O´Grady a un monasterio, donde nunca tendría contacto con otros niños. La realidad era que simplemente lo cambiaban de Parroquia y cuando eso sucedía, O´Grady estaba, otra vez, en posición privilegiada para encontrar nuevas víctimas.

Con tono totalmente carente de emoción, como si estuviera relatando un pasaje cotidiano de su vida, O´Grady cuenta a la cámara el “inmenso amor” que tiene por los niños…La entrevista la hace desde Irlanda, porque luego de ser condenado a 14 años de cárcel, salió en libertad al cumplir la mitad de su condena (7 años) lo deportaron a Irlanda, y hoy en día camina por las calles como cualquier mortal.

Mientras relata su experiencia, a su alrededor pasan ocasionalmente niños…ya que buena parte de la entrevista se hace con un parque infantil de fondo. En ese mismo contexto es que O´Grady dice que si alguien le pregunta: “Te excita ver a una mujer pasar”, él diría: “No”, si le preguntaran: “Y un hombre?”: “No”, si la pregunta fuera: “Qué tal un niño”…La respuesta sería: “Sí, tal vez”…si le agregaran: “Y si ese niño estuviera en bañador?”…Él diría: “Sí”…y “Si estuviera en ropa interior”…no dudaría en contestar: “Claro que sí”. Todo esto lo cuenta con una risa “traviesa” al final.

A este relato propio de un sociópata, donde en ningún momento hay una cabal comprensión de la magnitud de sus actos, se intercalan testimonios de sus víctimas. El más desgarrador es el testimonio de la familia Jyono. Mary y Bob Jyono conocieron a O´Grady casi cuando este recién llegaba a USA desde Irlanda. Mary, la madre de su futura víctima, al ser irlandesa también, automáticamente le abrió las puertas de su casa al abusador, sin sospechar siquiera que su pequeña hija de entonces 5 años sería sistemáticamente violada por el sujeto hasta sus 13 años. “Ollie” como la familia cariñosamente llamaba al pedófilo, no fue descubierto hasta el juicio que se le hizo en los 90s…Cuando la pareja supo de las acusaciones, incluso lo apoyaron…hasta que su hija Ann relató que mientras el sacerdote se quedaba a dormir, se metía a su cuarto y la sometía a continuas violaciones. El padre de la chica (hoy mujer de casi 40 años), llora compungido frente a la cámara, diciendo entre sollozos: “Dios no existe”…y desde el amargo descubrimiento no puede pisar una iglesia.

Además de este duro testimonio, se suman los de otros niños, ahora adultos que no han podido cerrar ese negro capítulo de sus vidas, que no han encontrado justicia…y que cuentan su historia para que “sirva de algo”. Del otro lado de la verdad, muestran declaraciones sacadas durante el proceso civil a O`Grady (La Iglesia Católica se negó a hacer declaraciones para el documental) donde el hoy Cardenal Mahony (obispo que socapó a O´Grady, y que sin embargo fue ascendido) y Monseñor Cain bajo juramento alegaron no conocer, “recordar” o estar al “tanto” de la grave conducta que llevaba arrastrando el padre O`grady durante casi 20 años. Aunque ambos manifiestan haber conocido algunas denuncias de abuso sexual, pensaron que eran “casos aislados”, que no “relacionaron entre sí” (¿?) El actual cardenal de Los Ángeles incluso minimiza el tono confidente y fraternal en que O`Grady le escribe agradeciéndole su apoyo, también niega descaradamente el tenor incriminatorio de otra carta que el mismo cardenal escribe a O`Grady, expresándole su afecto, comprensión y apoyo…

Comprensión y apoyo para O´Grady! que entre sus víctimas tiene a un bebé de apenas 9 meses. El mismo O´Grady que en una de sus declaraciones durante el juicio contó que él a su vez fue abusado por otro sacerdote cuando tenía 10 0 12 años, y que su hermano mayor también lo abusaba sexualmente. Una historia tan oscura, que a veces suena hasta irreal.

Paralelamente, hay testimonios de abogados, teólogos, psicólogos que dan su opinión sobre esa compleja mafia que es la Iglesia Católica, donde en este caso particular…el entonces Obispo Mahony, privilegió sus aspiraciones a convertirse en cardenal (no quería escándalos) antes que la vida de cientos de niños que quedaron marcados para siempre. Si Mahony o Cain no cayeron con O´Grady, fue simplemente porque este no los incriminó y un día antes de su declaración fue visitado por abogados del clero, ofreciéndole una pensión vitalicia de 800$us mensuales si no acusaba directamente a dichos personajes.

Otros datos macabros que el documental arroja, es que en USA hay casi 100.000 denuncias de niños o adultos que en su infancia, fueron abusados por sacerdotes. Teniendo en cuenta que según estudios, sólo el 20% de casos de violaciones termina en una denuncia, eso quiere decir que deben existir 80% abusados que viven su pena en silencio. Más datos: un reportaje del L.A. Times afirmó que el 10% de los sacerdotes egresados del seminario St. John (de donde salen la mayor parte de los sacerdotes que ejercen en la zona oeste del país) eran seguros pedófilos.

Actualmente hay más de 500 sacerdotes en Los Ángeles acusados de abuso sexual. Y eso es lo que se conoce, los archivos de la Iglesia son clasificados y a menos que una denuncia se haga pública, los sacerdotes que tengan problemas de conducta sexual quedan protegidos por su institución. La misma institución que todos los días hace declaraciones públicas dando consejos morales sobre cualquier tema.

El documental es dirigido por Amy Berg, que debuta de manera sorprendente. Este trabajo es el resultado de 4 años de investigación. El contacto con el padre O`Grady y su posterior acuerdo para dar su testimonio en cámara fue un proceso que duró semanas, antes que Berg tuviera que viajar a Irlanda a entrevistarse personalmente con él. Cuestionada sobre si fue difícil hacer un documental de estas características, ella declaró: “Sería difícil no hacerlo”.

Deliver us from evil, se convierte en un documento importante y sin precedentes por su batalla contra una institución que en lugar de proteger a sus ovejas, protege a sus lobos. Causó mucha polémica entre los dogmáticos que se rehúsan a ver la basura que se esconde en el patio de sus propias casas. Vale la pena verlo y abrir una mirada crítica hacia un organismo que se alimenta de la fe de las personas, y que traiciona esa fe…encima gastando millones de dólares en abogados que ocultan los escándalos, en lugar de resarcir a sus víctimas.

Aprovecho esta reseña para ligarla con el estreno de la película La duda, que trata un tema similar, de una manera muy sobria y elegante.

“LA DUDA”
Basada en una obra de teatro, La Duda colmó todas mis expectativas. Con un argumento oscuro, y haciendo gala (paradójicamente) de una simpleza que se agradece, la película aborda el tema del abuso sexual dentro de la Iglesia.

Ambientada en el Bronx de los años 60s, Philip Seymour Hoffman interpreta al padre Flynn. Este sacerdote goza de una personalidad atrayente, jovial y seductora. Los niños de su parroquia fácilmente lo toman como a un amigo, un confidente, alguien en quien pueden confiar. En el extremo opuesto está la directora del colegio, Meryl Streep (GENIAL) interpretando a la hermana Aloysius. La directora tiene una personalidad opuesta a Flynn, es estricta, poco afectiva, tiende a dar severos castigos y es natural que surja una animadversión instantánea.

En medio de ambos se encuentra la hermana James (Amy Adams), una profesora que por su juventud posee un carácter dulce, inocente y bondadoso. En una época en que se vivía mucha segregación racial, la escuela católica accede a tener como alumno a su primer estudiante negro, Donald Miller. El chico tiene los problemas que podría tener cualquiera estando en su situación, el padre Flynn comienza a dispensarle un trato especial, que resulta sospechoso a la hermana James. Confundida, y sin saber qué hacer, acude a la hermana Aloysius en busca de consejo.

En ese momento la película comienza a caminar por los derroteros que bien señala el título: Dudas. Con un guión sólido, que es casi imposible no identificar a un dramaturgo teatral en el armado, el público se contagia de las sospechas, de las dudas de los personajes que desfilan en la pantalla.

El niño negro parece estar siendo abusado sexualmente, pero realmente el padre Flynn se está aprovechando de su investidura? O son las antipatías personales de la hermana Aloysius las que la hacen ver un monstruo donde no lo hay? Es preferible acusar injustamente al padre Flynn, pero no correr el riesgo de que sea verdad? O es mejor, ante la duda, callar?

Magistralmente actuada, tanto por los principales como por los secundarios, la película a pesar de ser muy sencilla, te atrapa desde la primera toma. John Patrick Shanley es el autor y director de esta pequeña joyita, que supo adaptar de una manera impresionante a la pantalla gigante.

Con diálogos precisos y silencios que dicen mucho, Patrick Shanley maneja una historia que no dejará indiferente a nadie y que está filmada de una manera inmejorable. Es ese tipo de filme austero, pero que está tan bien logrado que crece ante los ojos del público.

Nominada a varios Oscar, La Duda cuenta con una excelente fotografía, una insuperable ambientación y un manejo del ritmo narrativo que podría ser una gran lección para algunos que andan perdidos por la vida gastando un montón de plata en películas prescindibles.

Lo mejor: Buen guión, buen director, buenos actores…

Lo peor: no tiene absolutamente nada malo

La escena: el finalLo más falsete: nada

El mensaje manifiesto: Ante la duda, haz lo que consideres correcto

El mensaje latente: La duda lastima el espíritu

El consejo: Mirala, no te vas a arrepentir

La pregunta: ¿Hasta cuándo se protegerán a los sacerdotes pedófilos?

CURIOSIDADES
- La obra de Shanley, que se estrenó en el off-Broadway en el otoño de 2004, llegó a los teatros de Broadway gracias a la avalancha de buenas críticas. Se estrenó en el Walter Kerr Theater en 2005 y se mantuvo en cartel durante 25 preestrenos y 525 representaciones, a las que siguió una prolongada gira nacional y numerosas producciones internacionales.
- Para estudiar su personaje, Streep trabajó con las monjas de la universidad de Mount St. Vincent, lo que fue un gran placer para ella. "La disciplina, pureza e inteligencia de aquellas mujeres me resultó fascinante y de gran ayuda para mí", cuenta.
- Para preparar el papel, Hoffman pasó algún tiempo en una iglesia católica aprendiendo las tareas de un párroco.
- Durante el rodaje, Adams sintió una gran ansiedad al tener que compartir rodaje con Streep y Hoffman.
- La mayor parte de los interiores se rodaron en el College of Mount St. Vincent en el Bronx, fundado por las Hermanas de la Caridad y que fue el primer instituto femenino de Nueva York. Para el exterior de la escuela se utilizó la escuela de St. Anthony, el colegio de Shanley en el barrio de Parkchester, mientras que para el exterior de la iglesia se utilizó la de St. Augustine, también en el Bronx.

Tanto el documental como la película, ilustran hechos importantes. El primero es que a pesar que la Iglesia Católica presume de un origen divino, está conformada por seres humanos con defectos, virtudes y enfermedades. A la Iglesia no se le critica el hecho de tener en su seno pedófilos (que los hay en cualquier parte) sino que tenga una política tan cerrada en torno a la denuncia pública y al castigo inmediato a los que padezcan de esta enfermedad.

El proteger sus propios intereses ocasiona que los pedófilos sigan actuando con un agravante: al ser pastores, hombres de fe, gente ligada a la moral y a las buenas costumbres, se convierten en doblemente peligrosos y efectivos, porque de esa manera tienen un acceso casi garantizado a la vida de sus víctimas.

En segundo lugar, no todos los sacerdotes son malos o pedófilos, pero es conveniente no tapar el sol con un dedo y ver dónde está la génesis de dicha estela de abusos. La Iglesia como ente que dice hablar por Dios (si es que creen que existe)…además de mantener frente a uno de los barrios pobres de Roma, un pequeño estado llamada el Vaticano, lleno de lujos y high class…debe tener como prioridad que no existan más víctimas. Que los decretos o políticas de secreto absoluto se eliminen y todo aquel que tenga que pagar sus pecados, los pague.

El documento Crimen Sollicitations ya tiene una canción, creada por el grupo madrileño Ska-P…con una letra súper dura, los españoles no se andan con vueltas, y plasman en música el resentimiento que deben albergar en su alma muchas familias. Lo más suave que dicen en esta canción es: “Miembros de la Curia, párrocos del sufrimiento, Crueles violaciones que al final se lleva el viento, Babosos violadores, carecéis de sentimientos, Los llantos de los niños que el pontífice ha encubierto”

Acompañada de un genial video, que seguro sacó roncha, este grupo alza su voz…casi a grito pelado, a través de un medio tan masivo como la música.

Alguien tiene que hacerlo…ya que los “siervos de Dios” guardan un pudoroso y conveniente silencio.