martes, agosto 28, 2012


TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
Por: Mónica Heinrich V.

Hay una dura realidad: Desde hace tiempo que el cine nacional ha gestado walkers (*) y estos walkers nos regalan trabajos que apuntan a la alegría perenne de la alfombra roja, al bochinche de la premier, a la atención mediática y a la palmadita en la espalda de amigos y conocidos.

Es así que mientras los títulos que apuntan a sobar egos personales y construir mitos de barro siguen saliendo uno detrás de otro como si se tratara de soplar y hacer botellas (diría compañero de butaca), es difícil resistirse a la tentación de ver el nombre de Jorge Sanjinés y no esperar algo bueno. Es difícil.

Y mucho tiene que ver el hecho de que en nuestra pequeña historia cinematográfica no hay de dónde colgarse si no es de los nombres de unos cuantos, y entre esos cuantos se encuentra el señor Jorge Sanjinés.

Habrá quien piense que dicha reputación es inmerecida, pero permítanme disentir.

El nombre de Sanjinés no es solo importante por su trabajo como cineasta, sino también como gestor cultural. Director del grupo UKAMAU, dicho grupo fundaría la primera escuela de cine del país, así como la primera institución de cine-debate: el Cine Club Boliviano.

El empeño y la paciencia que Sanjinés puso para impulsar el cine en el país, solo puede rescatarse.

Así como destaca su trabajo, espejo de una convulsa época. Entre los 60s y los 80s, sus películas se atrevieron a lo que no se atrevían las demás, por primera vez hablaban del indígena.

Ukamau (1966), se convirtió en la primera película boliviana hablada en aymara. El vanguardismo achacado a su compleja La Nación Clandestina (1989), la hizo leyenda no solo dentro del país sino fuera de él. Sus bellísimos y tristísimos planos en los que nos golpeaban la pobreza, la desigualdad social, la lucha que durante muchos años el sistema no reconoció como voz, se convirtieron en la marca de Sanjinés, en su reputación.

Eso sucedió en tiempos, como ya dije, convulsos e inciertos. Y como ya dije, la mayoría indígena de este país no solo era ignorada, sino en muchos casos era despreciada. Sería ingenuo y necio negar eso.

A través de su obra, Sanjinés le dio visibilidad al minero, al campesino, al obrero. “El cine con el pueblo” era una de sus máximas. Reconoció abiertamente hacer un cine político que buscaba participar en el proceso de la liberación del pueblo boliviano. O sea, nunca vendió gato por liebre. Desde siempre la postura política de Sanjinés ha sido bastante clara y definida.

Pasaron los 80s. En 1995 lanzaría Para recibir el canto de los pájaros, una tibia e irregular película, y el 2004 llegaría con la intrascendente Los Hijos del último jardín.

Se intuía un declive, se lo palpaba en el aire, algo que muchos no queríamos asumir del todo, porque sí, porque a veces las cosas no salen bien y punto. Porque un “resfalón” lo tiene cualquiera. Y porque Sanjinés, seguirá siendo el Sanjinés de referencia obligada, el Sanjinés histórico y uno de los papis del cine boliviano, gracias al legado que dejó hasta los 80s.

Este 2012, el mito regresa con bombos y platillos. Encima cuenta con un presupuesto del que ninguna otra película boliviana puede alardear.

Rodada en 8 semanas, INSURGENTES es llevada a la pantalla como un docu-ficción.

La propuesta elabora un repaso histórico hacia líderes indígenas que pelearon por la soberanía de sus pueblos en distintas épocas.

Conocemos o recordamos a Santos Marka T´ula, Eduardo Nina Quispe, Bartolina Sisa, Tupac Katari, entre otros. Los espacios temporales son caprichosamente mezclados sin que haya una razón para ello. El tono es revestido de un misticismo muy propio del cine de Sanjinés y claro, intenta hacer paralelismos o metáforas con los días que corren.

El problema de Insurgentes radica en que se puede ser militante, se puede rendir pleitesía a una causa, o convertir tu obra en un panfleto, pero si lo vas a hacer: que quede bonito. Que se vea bien. Que esté armado de una manera artística que justifique el que una persona que no es de tu militancia la vea, y capaz, hasta la disfrute. Aquí no sucede eso, la militancia otrora dirigida a una postura anti-sistémica o defensora de la clase obrera-trabajadora ante el Estado, ahora se encuentra no solo a merced del sistema sino en una franca propaganda del Estado, como si el único respaldo a la lucha indígena sea la actual presidencia de Evo Morales.

Que no se me malentienda. El tema no es político pero es político. Me parece que no es lo mismo indigenismo que evismo, pueden estar relacionados pero no es lo mismo. Como tampoco es lo mismo clases sociales que movimientos sociales. Y en este caso, muy a pesar de ser o no ser evista, la clara alusión a que los héroes indígenas de antes tienen su reflejo en el actual presidente es una interpretación que se puede hacer sin necesidad de poner al mismísimo Evo en pantalla. Las apariciones que tiene Evo en Insurgentes le hacen flaco favor a Sanjinés, a la peli, a quien la mira y a Evo mismo.

Entiendo, también, que no es fácil. No es fácil resumir la accidentada historia boliviana e intentar explicar con criterio y buen tino el proceso que hace que ahora las cosas estén como estén. También entiendo, comprendo y asumo que toda película tiene un mensaje ideológico o político o social, toda, pero como dije, el gran problema no está en que Sanjinés tome una postura ante la vida y lo haga de manera tan contundente, el problema está en la forma y la aproximación que hace de esta postura a través de su obra.

Manera que como ya dije más que beneficiar a su trabajo, lo degrada.

Aparte de lo ya expuesto, estamos ante una floja estructura sostenida únicamente por los interesantísimos personajes que Sanjinés rescata del olvido y por la magnificencia de algunas de sus escenas.

Puede ser que sea cierto que cada país tiene el cine que lo representa o el que cine que lo identifica, y puede ser que al ver esta película por lo menos quede claro algo: Un dolorosísimo proceso histórico, traumático en todas sus fases, desgraciado en todos su ámbitos, y una fractura entre grupos de poder o de subyugados, que hasta el día de hoy se arrastra sin pudor.

Una linda fotografía a cargo de Juan Pablo Urioste, así como una aceptable (aunque no notable) dirección de arte y vestuario, terminan de darnos razones para ver el filme.

La hermosa música de Cergio Prudencio se torna excesiva por momentos, momentos en los que el silencio se agradecería profundamente.

Las actuaciones en general no incomodan, aunque en las escenas que se requiere mayor parlamento es donde afloran las mismas deficiencias de casi el 90% de los audiovisuales en este país.

Con todo, Insurgentes resulta superior a Para recibir el canto de los pájaros y Los hijos del último jardín, sin embargo no alcanza ni por si acaso a la redondez mostrada en las obras cumbres de Sanjinés: Ukamau o La nación Clandestina.

Por sí sola y apartándonos de las gratuitas comparaciones, INSURGENTES nos saca un rato de ese cine que le rinde culto a la bobería, y al facilismo que reina en las últimas producciones nacionales. Intenta, desde y por su militancia, acercarnos a personajes de la historia boliviana que son en algunos casos desconocidos y en otros casos olvidados para el boliviano promedio.

Quizás lo que se le pueda rescatar es eso. Personajes como Eduardo Nina o Bartolina Sisa, o situaciones históricas como la revuelta contra Villaroel, el cerco a La Paz, la Guerra del Chaco, que dan ganas de conocer más o investigar a profundidad.

Lo triste es que a pesar del presupuesto, del nombre de su director, de las intenciones, y de no ser un tema boludo (puteríos de pueblo, borracheras u onanismos existenciales) INSURGENTES a nivel técnico no sorprende ni propone.

Es una gran producción, pero su fórmula se queda en los 80s con el gol en contra de que NO estamos en los 80s. Habla de temas importantes, pero al estar revestidos de un dejo propagandístico, dichos temas importantes quedan descoloridos.

El 2012, después de años de no filmar, regresa un Sanjinés que no pasa la prueba del tiempo.

El tiempo es así… no siempre es benigno.

*Walker.- “caminante”, palabra utilizada en la serie “The walking dead” para describir a un zombie que se arrastra y se alimenta de la gente infectándola con su enfermedad.

Lo mejor: Tiene algunas escenas realmente hermosas. Y claro, el acercamiento a figuras históricas desconocidas u olvidadas.

Lo peor: Que Sanjinés no pudo acoplarse a los tiempos que corren, tiempos en que hay una delgadísima línea que divide lo progre de antes y lo panfletario de hoy.
La escena: el cerco a La Paz, las secuencias de los ataques.
Lo más falsete: La presencia de Evo en pantalla, demasiado.
El mensaje manifiesto: Bolivia es rica en historia
El mensaje latente: Qué jodido el proceso histórico de Bolivia
El consejo: Vela, es importante verla...apartándose de cualquier sesgo político o estético. 

El personaje entrañable: Eduardo Nina, qué buen personaje! Me quedé con ganas de saber mucho más de él. Un tipo interesantísimo.

El personaje emputante: En un momento dado salió a la calle una mujer que gritaba, traumatizada por los terribles sucesos vividos durante los enfrentamientos. A ella, deseaba que le llegue una bala de cañón.

El agradecimiento: Que si le quitamos el halo místico hacia el jefe de Estado, la historia base es muy interesante y necesaria. 


CURIOSIDADES

Se filmó con la RED ONE

Dura 83 minutos

Es escrita y dirigida por Sanjinés

Tuvo un proceso de documentación de alrededor de 8 meses y la pre-producción 6 meses

domingo, agosto 19, 2012

“DANCE FOR LOVE”
Por: Mónica Heinrich V.



Me imagino a Pina.


Philippina.

Trato de imaginármela al nacer, en plena II Guerra Mundial (1940) 

Es difícil, porque del horror solo se suele ver el horror.

Intento imaginar su crecimiento, sus añoranzas, su universo. Todo aquello que más adelante le permitiría bailar.

Bailar.

En mi mente se dibuja con tiza blanca una niña, seguramente virtuosa, seguramente sobresaliente. La imagino chiquitita, con cara de duende travieso, seguramente jugando a bailar.

Quiero imaginarla así.

De niña yo vivía con mucho susto, un sentimiento que aún conservo y que en parte ha sido mi motor. El miedo mueve. El miedo hace crear porque tú quieres inventarte un mundo donde tus ideas y tus sueños funcionen. Digo que no sé, que aún el proceso me intimida. Todavía me asusto como la primera vez”, dice...como para ayudarme a imaginar.

Me imagino a Pina. Pero no puedo, por más que intente, imaginar lo demás. Siento que mi imaginación será mezquina, que la imaginación no puede resumir años de estudio, ejercicios, ensayos, sacrificio, dedicación, creación. No sé.  Como que no alcanza. No me alcanza.

Y justo cuando llego a esa imposibilidad, cuando me golpea esa certeza, recibo de brazos abiertos a la Pina que Wim Wenders amó, admiró y que homenajea en rutilante 3D.

Ahora no solo consigo imaginar, casi casi puedo tocar. Percibo colores, texturas, sonidos, olores. 

Observo a Pina detrás de una mesa siguiendo con mirada atenta a sus bailarines, a algunos esa mirada los siguió durante décadas. Escucho su voz que le dice a uno de ellos: “Tienes que seguir buscando”.

Recorro las calles de Wuppertal. Esas calles que andaron y desandaron los pies de Pina. Me subo a su tren colgante. Luciendo orejas de conejo, miro a través del vidrio de sus ventanas. Así, hipnotizada, entro a la sala de la compañía Tanztheater Wuppertal.

TanzTheatre-Danza Teatro.

Me siento detrás de una fila llena de cabezas flotantes.

Podríamos decir que la danza teatro es una unión del teatro y la danza.

(obviedad)

(simplista)

Para entender el rollito del TanzTheatre, para comprender que es más que danza, más que teatro, más que ambas-dos-juntas, empieza La consagración de la primavera.

Stravisnky estalla como una lluvia de fuegos artificiales. Stravisnky soñaba con una muchacha que bailaba hasta la muerte. Pina baila. Baila y sabe.

“No es cómo se mueve el cuerpo , sino qué  es lo que lo mueve”, dice su voz en mi cabeza.

Sus bailarines son los que nos muestran sus movimientos, su energía, su magia. Una pulsión que nos contagia. Percibo los poros sudorosos, las manchas de tierra en la piel, en la ropa de los 13 hombres y las 13 mujeres que se convulsionan al ritmo de la música. Stravinsky quería, soñaba con que se baile hasta la muerte.

Entramos a Café Muller. Y el mundo parece una maqueta llena de recuerdos, de sillas y recuerdos. Y ahí confirmo a la niña con cara de duende, a esa que pasó su infancia visitando Café Muller.

Tristeza y Melancolía. Melancolía y Tristeza.

Bailarines que representan tres generaciones (adolescentes, mediana edad, y personas por encima de los 65 años) seducen en Kontakthof.

Pina susurra en nuestro oído: “Kontakthof es un lugar de encuentro
para buscar contactos.
Muéstrate tú mismo. Rechaza.
Con miedo. con deseos.
Decepciones. Desesperaciones.
Primeras experiencias. Primeros intentos"

Salgo por alguna ventana que no existe y me encuentro con más baile. En las esquinas de las calles, en fábricas, en casas con grandes ventanales, en cimas de montañas, en piscinas. Me siento ligera.

Después llega el agua, litros y litros de agua. Lluvia, ríos y mares se derraman en el escenario de Luna llena. Un enorme cráter es humedecido sin descanso.
Pina es una pintora, reflexiona uno de sus bailarines. En mi mente se aglutinan cuadros. Imágenes furiosas y coloridas.

Ellos, los Pinadancers nos hablan de amor, seducción, violencia, separación. Ellos, los Pinadancers recuerdan a Pina,  y mientras intento imaginarla, consigo imaginarla, ellos sueñan con soñarla.

Nos acercamos al final, pero las sonrisas de los bailarines nos dicen que no es un final. Hay demasiadas sillas en el escenario, demasiada agua debajo de sus pies, demasiado aire bajo sus brazos. No puede ser un final.

“Baila por amor”, dijo una vez. Y ahí están, bailando por amor, y ahí estamos amando ese amor.

Los créditos salen y sentís que en este día gris…no estás perdido.


Lo mejor: Hermosa, abrumadora.
Lo peor: que Pina no la haya visto.
La escena: difícil elegir, hay un montón.
Lo más falsete:
El mensaje manifiesto: Pina Vive.
El mensaje latente: Pina Vive y el 3D finalmente tiene sentido.
El consejo: Es una obligación verla, corre porque estará pocos días en cartelera.

El agradecimiento: A Londra Films por permitirnos la dicha de disfrutarla en 3D.



CURIOSIDADES
El verdadero nombre de Pina es Philippina Bausch.

Pina fumaba constantemente y le diagnosticaron un agresivo cáncer de pulmón el mismo día que murió Michael Jackson. Ella murió cinco días después del diagnóstico y dos antes de que comenzaran a filmar el documental de Wim Wenders.

Wim Wenders era amigo íntimo de la bailarina, y desde muchos años atrás querían trabajar juntos en un proyecto sobre su compañía. Con el surgimiento y auge del 3D, pensaron que era el momento ideal para hacerlo.

Con el fallecimiento de Pina, Wenders canceló el proyecto pero los bailarines convencieron al cineasta para llevar a cabo el mismo como un homenaje a la artista.

Fellini la convenció para actuar en “Y la nave va” (1983). Y también Almodóvar, muchos años después, en “Hable con ella” (2002)

Wenders se encuentra trabajando en un documental sobre arquitectura, también en 3D.

 Pina estaba trabajando en un espectáculo inspirado en Chile y en Violeta Parra que se estrenó después de su muerte.

Wenders y Pina tenían una amistad de 24 años.

 “Café Müller" fue la primera coreografía de Pina Bausch que vió Wenders en 1985 (en el teatro "La Fenice", de Venecia), una pieza que lo "impresionó y conmovió profundamente", según sus propias declaraciones.

 Se estima un presupuesto de 3.500.000 $us. aproximados.

Ha recaudado más de 18 millones alrededor del mundo hasta finales del año pasado.

lunes, agosto 06, 2012


A STORM IS COMING
Por: Mónica Heinrich V.

Hay momentos en la vida en que uno se puede comportar muy estúpidamente. Hay momentos en que el ser estúpido te hace feliz. Y claro, hay momentos en que perdés la vergüenza y le mostrás al mundo tu feliz estupidez sin pudores: Miércoles 25 de julio. Cine Center. Polerita negra con imagen del Joker. Sonrisa bobalicona. Corazón palpitante. Premier: Batman The Dark Knight Rises.
Compré las entradas con cinco días de anticipación. El país olía mal: un “Oruro es una ciudad fétida” era motivo suficiente para airear leyes, exigir disculpas, pedir perdones, y buscar resarcimientos morales mientras la basura (real/metafórica) se sigue acumulando en todo el suelo patrio. La infame comitiva olímpica, la corrupción, los desmanes municipales, todo, todo, no importaba porque la catarsis del vacío existencial se aproximaba: El cierre de la trilogía iniciada por Christopher Nolan.

Sintiéndome muy precavida, llegué a las 20:00 al cine, la película empezaba recién a las 21:00. Otra gente se avivó también, así que la cola llegaba casi hasta afuera de las instalaciones. No podía faltar algo de humor negro, irresponsable y hasta de mal gusto sobre Denver. Lo humano de lo inhumano.

Los disfraces estaban prohibidos (decían) pero unos cuantos Jokers y un par de Banes se hicieron presentes para demostrar que aquí en Santa Cruz de la Sierra Bolivia también le hacemos a eso de ser groupies-fans-seguidores.

Con esa felicidad que solo puede darte el llegar a un momento anhelado, acariciado en tus noches de insomnio, entramos a la sala 12. VOS (Versión Original Subtitulada, OBVIO!)

Seh. Era el ser más emocionado del mundo mundial. A compañeros de butaca los engañaba con un discurso nihilista: “Seguro que no es gran cosa”. La vara alta dejada por la anterior entrega hacía imposible una repetición de esa hazaña. Pajas. En el fondo de mi corazoncito soñaba con que la experiencia sea apoteósica, inolvidable, épica.

Empezó.

Entré en shock cuando escuché a Bane, “QUE ES ESTO!!!” susurré indignadísima. La voz me estorbó desde el principio. El acento, la textura, parecía una voz puesta encima como cuando doblás un dibujo animado. Luego visualizamos a Tom Hardy interpretando a un villano que en papel es superior y  en pantalla carece de energía. Me sentí decepcionada.
La escena que presenta al nuevo villano es espectacular. No tiene mucho sentido, es un poco chota, pero la acepto, abrazo la resignación y la acepto. Aparece también Aidan Gillen, el actor de Juego de Tronos (Meñique) como agente de la CIA.

El filme cuenta en qué anda Gótica 8 años después de los intensos momentos vividos gracias al Guasón. La ciudad está en paz. Los criminales han sido castigados bajo una dura ley inspirada en el héroe del boliche: Harvey Dent.

Batman se nos ha deprimido, ajá. Asumió la culpa de todas las fechorías de Dent, se alejó del mundanal ruido, lleva vida de monja en claustro y se regodea en la autocompasión y la culpa. 

Dan ganas de ponerse unos guantes de alpaca, rellenarlos con ladrillos y agarrarlo a lapos. Descojudizate Bruce Wayne, descojudizate!!

Michael Caine (Alfred, el mayordomo) aparece mejor que nunca. Cada escena en que Caine estaba era una escena en que Caine brillaba.

Inmediatamente conocemos a la felina Selina Kyle, interpretada por Anne Hathaway. Anne pasó lecciones de baile y se entrenó duramente durante meses para lograr esa elegancia/fuerza en sus movimientos. Me gustó.

Como la ciudad anda tranquila y feliz,  a todos coge por sorpresa la aparición de Bane. Sí, volvamos a Bane. Este crispín en el cómic es un brillante estratega, un tipo súper inteligente, que en prisión se la pasó leyendo montonera de libros. Más allá de los musculitos se supone que retará a Batman intelectualmente, al menos eso dijo (léase: “me prometió”) Christopher Nolan, el director.

Quizás esas fueron las intenciones, en la práctica Bane parece un mercenario cualquiera, un poco más comedido/eficaz que otros y esito sería. Sabemos que hará talco a Batman, es un poco evidente, pero mi sueño era que lo haga talco y de paso diga cosas que nos joda el alma y nos trastorne la cabeza (masoquismo express).

Mientras el Guasón no tenía un plan y era en sus propias palabras como un perro persiguiendo un auto que de alcanzarlo no sabría muy bien qué hacer con él, Bane sí tiene un plan, un objetivo y sigue pasos específicos para lograrlo, aunque dicho plan no sea diferente al de cualquier terrorista de turno.

Gordon (gran Gary Oldman) anda con remordimientos por sus “mentirijillas” sobre Dent y Batman. Cosa que me pareció medio al huevo. Y tiene en su escuadrón al joven Blake (Gordon-Levitt), un huérfano que aún recuerda al hombre murciélago con cariñito y que se pasa casi toda la película con el ceño fruncido.

Por si fuera poco nos encontramos con Marion Cotillard interpretando a la misteriosa Miranda , una multimillonaria que anda tras los huesitos de Bruce Wayne para que juntos salven al mundo de los huecos que tiene la capa de ozono. Bello.

¿La trama central de estos personajes? Bane querrá ejercer justicia divina y barrer con todos los miserables seres que habitan ciudad Gótica. Nuestro querido Batman-Bruce Wayne tendrá que descojudizarse e intentar salvar los panes que se queman (una vez más) aún cuando no se encuentra en condiciones físicas/psicológicas y es prácticamente un suicidio. El Rises (asciende) será literal y también una bella metáfora de la superación personal, la lucha por la sobrevivencia y la fortaleza interior.

(Espacio para que agarren el libro El Alquimista y lean dos  o tres capítulos)

La primera media hora la pasé para la mierda. Estaba indignada, jodida, cabreada. Pero conforme fue avanzando me introduje en la historia y conseguí disfrutarla con picos de éxtasis y embeleso.

Así como tiene escenas o partes del argumento muy pedorras, Nolan crea otras que son definitivamente magníficas y que hacen de Batman The Dark Knight Rises, un espectáculo emocionante y meritorio.

Después de estar tres horas sintiendo muchas cosas, la película terminó.
Al día siguiente hice lo único que podía hacer: Volver a verla.

Esta vez me jui al cine Palace, así que desde este humilde rincón de la virtualidad les recomiendo que vayan a verla al Palace. El sonido estuvo muchísimo mejor, a años luz del Cine Center. Aquí la voz de Bane ya se escuchaba más “lata” menos saturada, y aprendí a “quererlo” en esta nueva y más agradable aproximación sonora. Advierto también que cuando la vi en el Palace me tocó verla en la sala 1, cuya pantalla está demasiado levantada y quedás con el coto dolorido de mirar pa arriba. Ese inconveniente, no obstante, se resuelve sentándote lejitos.

La segunda vez disfruté más la historia, a pesar de que le encontré muchas más incoherencias. Llegué a la conclusión de que Nolan ya no es el Nolan de Memento o de Following, Nolan es un tipo que hace cine pipoquero pero un buen cine pipoquero. Espectacular, fastuoso, y con un intento de guión mucho más interesante que el promedio.

Ese sería el bright side (lado luminoso), el lado oscuro tiene que ver con que los errores argumentales son tan básicos, absurdos, que no entendés cómo a los Nolan (porque esta vez también trabajó su hermano en el guión) se les escaparon tantas cosas.

De ahí surgen interrogantes existenciales como:
SPOILERS (los que no la hayan visto pasen de largo la lista y vayan al final)

1.- Qué onda con el pozo. Dónde se supone que quedaba. No tenía absolutamente nadie que lo vigilara? Supuestamente está en otro país, pero van y vuelven del pozo como si se tratara de ir a la venta a comprar chicha. Y hablando del pozo en sí mismo, se supone que ahí está la escoria de la escoria, gente que incluso hizo que Bane tuviera que usar esa máscara de por vida. Llega Batman, y todos son amigos unidos en pos de la superación. Con cantitos y consejos pa que cosito trepe y alcance la libertad.
2.- Gótica está cercada, nada entra, nada sale y Batman regresa del pozo como Pedro por su casa. Le da tiempo de bañarse, ponerse el trajecito, recuperar sus juguetes, hacer su símbolo en un edificio para que después le prendan fuego desde el hielo  y encima se pasea por el barrio de Gatúbela y se la encuentra. Sí, algunos dirán: “Es Batman”…pero...
3.- Nuestro amigo Blake cuenta que supo que Bruce Wayne era Batman con “solo mirarlo”.  Sí, podríamos decir que como ambos tienen una “conexión especial”, como Blake es huerfanito, como ambos sufrieron lo mismo, y como al parecer Blake tiene un sexto sentido desarrollado (que jamás da frutos) PODRIA SER POSIBLE. Pero no sé. En esa parte hubo una risa apagada en la platea, a la que se unió mi carcajada en la oscuridad. El “instinto” de Blake deja mal parau a Gordon, que lleva años conociendo a Bruce Wayne y a Batman y jamás los asocia.
4.- Es la entrega en que la “humanidad” que le achacamos a esta visión de un súper héroe se pasa un poco de rosca. Está bien que Batman-Bruce etc., tenga sus conflictos, sus vacíos, sus mirarse el ombligo, su tocarse por las noches, pero como que una cosa es eso, y otra las decisiones bastante incoherentes que el hombre murciélago toma a lo largo de este filme, incluida su confianza sostenida en la caradura de Gatúbela y su “entrega inmediata” a Miranda.
5.- Después que se activa la bomba y Bane se va al estadio y da el discursito y se supone que toma por rehén a toda la ciudad, esteee cuál es el plan a los ojos de Gótica? No pueden salir de la ciudad, ni nadie puede entrar porque hay una bomba nuclear que destruirá todo, así que quédense todos en su casa mientras la vida pasa?
6.- Como que ya está bueno de la bomba nuclear, de largo alcance o what ever, que el héroe de turno agarra, se lleva lejitos en un acto de sacrificio y reconfirmación de su estampa heroica y luego pensamos que el pinche asqueroso muere pero nada…(Avengers-escena final con Iron Man/ Capitán América-Escena final en el mar/Y ahora estito)
7.- La espalda de Batman. Pues sí, en el cómic queda parapléjico. Claro. Aquí le acomodan la vértebra dislocada, lo cuelgan un rato, hace ejercicio los días subsiguientes y puede escalar el pozo con singular destreza, un par de meses después.
8.-Las acciones físicas no son la especialidad del director. Hay una escena en particular (callejón: Blake, Batman, matones) en que los criminales directamente esperan turno pa pelear con Batman, en lugar de írseles todos encima a sacarle la infundia o disparar como si el mundo se juera a acabar. Ahí se quedan como mensos viéndolo venir.
9.- La aparición del Espantapájaros (primer villano en Batman Begins) interpretado por Cillian Murphy pasa sin pena ni gloria. El espantapájaros es el juez que condena a exilio o a muerte a los ciudadanos de Gótica. En el cómic, Bane, consciente de que no puede enfrentar solo a Batman libera a los presos, y con ellos salen todos los némesis del hombre murciélago: El espantapájaros, el Guasón, etc…
10.- Un némesis como Bane, cuyo perfil es absolutamente anárquico, terrorista e independiente, es disminuido a peón de la hija de Ras Al Ghul. En el discurso ñoño, el típico que pierde el tiempo en lugar de barrer con todo, Talia cuenta que salió del pozo, buscó a su padre. Encontró a su padre y como el padre rechaza a Bane, se enemista con su padre. Cuando Batman liquida a su padre, ella quiere vengar a ese tipo que según su discurso nunca estuvo a la altura. Seh. Lindo.
11.- La muerte de Marion Cotillard es sin duda la escena más horrible a nivel de actuación que le he visto a esta actriz. Tomando en cuenta los grandes papeles que interpretó y sus habilidades, esa escena es absolutamente terrible por donde se la mire.

FIN DE LOS SPOILERS- Podéis continuar.

Si dejamos TODO ESO de lado, si nos entregamos a lo fastuoso sin mayores pretensiones, si nos dejamos golpear por la hermosa música de Hans Zimmer, se puede disfrutar y decir: Peores hay.

Nolan comentaba que la trilogía se planteó con temáticas específicas en cada entrega. En Batman Begins era el miedo, en Batman Dark Knight, el caos y en Batman The Dark Knight Rises es el dolor. Dolor emocional por las pérdidas que sufre el enmascarado gracias al guasón. Dolor por la culpa. Dolor por el aislamiento al que se condena. Dolor físico. Dolor del sacrificio. Hasta los villanos ejecutan acciones basadas en el dolor.

El trasfondo ideológico ha sido criticado como conservador y neofascista. Pero admitámoslo, el súper héroe americano por definición defiende el american life style. Protege el sistema, celebra el status quo. Encima lo hace de manera maniqueísta. Mientras ellos salvan al mundo, los árabes, asiáticos, rusos, terroristas, son retratados como el enemigo a perseguir. Aquí la policía resulta ser la respuesta a todos los males. Una institución que en USA en estos momentos no está vista precisamente como la salvación de la sociedad y de las buenas costumbres.

El discurso de liquidar las clases sociales, devolverle a la ciudad lo que los ricos, políticos, banqueros, etc. han usufructuado a lo largo de sus actividades, se pone en boca de los villanos. Lo bueno, lo decente, es que las cosas sigan como estaban antes de la aparición de Bane.

Aún con ese tufillo que ha generado detractores, Batman de Christopher Nolan es el mejor acercamiento a un súper héroe que ha dado el cine. Fue el primero en atreverse a sacar del absurdo, la chabacanería, y las historias superficiales a su personaje. El que dejó la caricaturización e hizo de un súper héroe un hombre con sus tribulaciones y conflictos.

Como un todo funciona, aunque con este cierre repita la fórmula ya manejada en anteriores entregas, aunque podamos encontrarle ene fallas argumentales, aunque nos deje sabor a poco y el corazón sufriente por lo que “pudo ser”.

Salen los créditos y sabés que no es el mejor filme de Nolan (muy lejos de serlo), sabés que el Guasón y la Gótica que dejamos hace unos años merecían mejor suerte, lo sabés y aún así, algo muy dentro tuyo dice: cómo lo disfruté.

Lo mejor: tiene escenas grandiosas y a pesar de su excesiva duración no aburre
Lo peor: el guión estuvo muy flojo, lleno de baches e inconsistencias. Al ser un cierre de una trilogía como esta, se espera mucho más.
La escena: La del estadio, y la del pozo (el éxito)
Lo más falsete: la rápida recuperación y la última escena de Marion Cotillard.
El mensaje manifiesto: El ser humano puede redimirse o hundirse
El mensaje latente: Estamos más inclinados a la redención
El consejo: Vela en versión original subtitulada, y si estás en Santa Cruz, en el cine Palace.

El personaje entrañable: Alfred (Michael Caine) hubo un par de momentos en que me convenció del todo y tenía ganas de cachetear toda la vida a Bruce Wayne.

El personaje emputante: La voz de Bane, aunque después lo encontré más llevadero.

El agradecimiento: Que no cayeron en la tentación de cagarla más haciéndola en 3D y que dentro de todo tiene escenas que vale la pena ver.

CURIOSIDADES
-       Presupuesto estimado de 250.000.000 $us. Recaudación aproximada de 555.000.000$us. hasta el 1 de agosto.
-       Nolan es el primer director que completa un a trilogía de Batman. Y el segundo que lo hace de un super-heroe, compartiendo el podio con Sam Raimi que hizo la trilogía de Spider Man.
-       La horrible voz de Bane es culpa del mismo Tom Hardy, quien se inspiró en un viejo gitano octagenario que era viajero y músico.
-       Wally Pfister es el director de fotografía y ha trabajado con Nolan en todos sus filmes a excepción de su ópera prima: Following.
-       Muchas actrices hicieron casting para ser Gatúbela, al final quedaron Keira Knightley, Jessica Biel y Anne Hathaway. El papel se lo quedó Anne.
-       Para la escena del estadio se usaron cerca de 10.000 extras y aparecen conocidos jugadores de football americano.
-       Aunque en la película nunca se explica para qué carajos usa la máscara Bane, en el cómic… Bane fue sujeto a experimentación durante su estancia en la cárcel. Le aplicaron una droga conocida como VENOM que había matado a todas las otras personas a las que se la inyectaron. Bane sobrevive, la droga lo hace más fuerte pero necesita un bombeo constante cada 12 horas a través de unos tubos que van directamente al cerebro.
-       Nolan afirmó inspirarse en el libro de Charles Dickens: Historia de dos ciudades.
-       La encargada de vestuario dijo que tardó dos años en diseñar la chaqueta de Bane (¡!)
-       El traje de Batman contiene 110 piezas.
-       Tuvieron que ponerle tacos a Bane porque era más bajo que Bale, Cain y Morgan Freeman. No querían que el villano se viera enano.