jueves, octubre 25, 2012


LA MANZANA
Por: Mónica Heinrich V. 
La cultura y el Estado -no nos engañemos sobre esto- son rivales”. Nietzsche
La Manzana 1, hoy conocido espacio de esparcimiento cultural, tuvo un inicio utópico. El edificio que lo cobija llevaba abandonado casi 13 años y en condiciones lamentables. Paredes descascaradas, olor a orine, suciedad.
Es verdad que siempre perteneció a la política o tuvo un uso “político” (oficinas de la prefectura, oficinas de la policía) y político fue su abandono, su decadencia, la dejadez con la que se afrontó su deterioro y la falta de interés por parte de los encargados de turno para “hacer algo al respecto”.
Sí, mientras los indigentes usaban de motel y hostal ese edificio, los hoy orgullosos propietarios se rascaron las bolas y miraron su ombligo con singular embeleso.
Política, política, política.
Pero nunca falta alguien que no se está mirando el ombligo, que ignora la picazón de sus bolas y los artistas recuperaron ese espacio. Invirtieron en el lugar, creyeron en él.  Los artistas hicieron que sea viable un proyecto cuyo aporte no se puede medir en asientos, oficinas, o gente que va a trabajar.
El aporte de la Manzana 1 no es medible porque no se puede medir la cantidad de gente que ha pasado por sus galerías y se ha dado una duchita de pintura, de escultura, de música, de arte de forma gratuita. No se puede medir el efecto, es importante, es significativo, pero no se puede dar una cifra porque a las mejores cosas de la vida no se les puede poner números. Lo que sí se puede medir son las mejoras en la infraestructura, la inversión en dinero que está casi en 100.000 $us. y que ahora quieren disfrutar otros.
Somos una ciudad que tiene pocos espacios culturales, una pequeña metrópolis que se ha acostumbrado a la “cultura” de los boliches y la joda a falta de otras opciones para el esparcimiento en el tiempo libre. Lo que tenemos es poco, funciona generalmente a base de pulmón y esfuerzo porque a los políticos y a los empresarios por una cuestión de incompatibilidad innata NO les interesa la cultura, y con esos antecedentes ¿quieren quitar algo significativo de lo poco que tenemos para darles oficinas a 58 parlamentarios?
El presidente de la Brigada Parlamentaria, Moisés Salces, declaraba que el edificio es históricamente político y que el poder político debía ser concentrado en el centro de la ciudad. Que ellos son 58 crispines que comparten oficinas y que a veces hasta se “agarran a puñetes” porque el trabajar en esas condiciones no es bueno.
Comprendo la situación, digamos que en un país donde toda oficina pública/estatal tiene a la gente amontonada, trabajando en condiciones no precisamente cómodas, ellos los de la Brigada Parlamentaria sí necesitan oficina para cada uno (titular y suplente) y de preferencia con aire acondicionado. Eso tomando en cuenta los altos índices de asistencia de los parlamentarios a su lugar de trabajo. Claro. Porque ahorita, si uno se da una vuelta los 58 están ahí codo con codo trabajando 12 horas diarias por el departamento. Es lo lógico. Así se hace en el resto de departamentos. Porque si ellos se quedan con el edificio, tendremos también el “hermosísimo” proyecto de la “galería de los presidentes”, la gente podrá ver cara a cara a aquellos próceres patrios que tanto alimentan nuestro espíritu y a quienes tanto le debemos. Seh.
Pero no sé, como que me gusta más la idea de un edificio en el que no se necesiten tantos funcionarios, los de la Manzana 1 no son 58 y estoy segura que no se agarran a puñetes, se ponen de acuerdo para proyectos, sacan uno detrás de otro y no están planeando la macabra galería de los presidentes, razón de más para tener un voto de confianza.
Sí, eso suena mucho mejor que 58 crispines rascándose las bolas y mirándose el ombligo.
Seamos serios: En todos los departamentos hay quejas sobre la inoperancia de las Brigadas Parlamentarias, se habla desde la imposibilidad de ponerse de acuerdo no por falta de oficinas sino de unidad a la hora de tomar decisiones, se habla de racismo, de poca efectividad en la ejecución de planes, se habla de los viajes al pedo que son vacaciones pagadas de algunos funcionarios a título de ir a supervisar regiones, hay de todo. 

Seguramente tendrá su lado luminoso, pienso, pienso y no se lo encuentro, me parece un organismo que solo chupa dinero y devuelve poco en acciones. En todo caso, la imagen de esta gente se iluminaría si decidieran dejar la Manzana 1 como está o en un arranque de desprendimiento renunciar a todo el boliche y finalmente otorgarle un poder oficial para usar la infraestructura y hasta destinarle un presupuesto municipal. Soñar es gratis.
Es cierto que el edifico tiene un origen político, sí le pertenece al Congreso Nacional, pero fueron los artistas quienes lo recuperaron, lo dejaron en condiciones y lo transformaron en el proyecto que es ahora.
Lo más importante es que NO se lo están quitando a los artistas. Se lo están quitando a la ciudad, a la gente, a nosotros, a vos, a mí.
Están anulando un espacio que es vehículo de cultura, que es gratuito, que no tiene fines de lucro, en el que se puede apreciar un trabajo constante y bien ejecutado, que como ya dije beneficia no a los artistas que lo promueven sino a la ciudadanía que tiene poco o ningún acceso al arte. Es uno de los pocos lugares de los cuales podemos enorgullecernos como cruceños. Y noten que la palabra poco se repite constantemente porque tenemos poco y lo poco hay que cuidarlo más. Su valor es social, humano.
Eso es lo que planean quitarle a la ciudad para darle oficinas a 58 parlamentarios titulares y suplentes que colgarán cuadros de los presidentes. El periódico Opinión en una editorial lanzada en abril del año pasado, decía: “…con el paso de los años, la brigada parlamentaria en casi todos los departamentos donde funcionaban se convirtió en un organismo inservible para los procesos de desarrollo de las regiones y en una especie de pretexto para viajes de fin de semana de los parlamentarios que los prolongaban uno o dos días aduciendo que debían atender problemas de su región” y remataba “Si el objetivo inicial ya no se cumple es evidente que las brigadas parlamentarias no tienen razón de ser y de tal modo se podría ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero”.
Y cuando se habla de dinero, se habla de grandes presupuestos que la brigada maneja para “solucionar” los problemas regionales. Del presupuesto usado como parte del pago de sus funciones, y del presupuesto usado para sus idas y venidas a La Paz, sede de sus actividades. A ese ahorro de plata se refiere la editorial.
Así que traslado el foco hacia la utilidad de las Brigadas Parlamentarias. ¿Es justo que un organismo cuya utilidad es puesta en duda, cuya imagen no es ni positiva ni admirable, se quede con un espacio como la Manzana 1 gestionado de forma desprendida, cuyo funcionamiento es a ojos vista útil, necesario y efectivo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo por tu defensa del espacio de cultura de la ciudad de Santa Cruz!

Pablo de Alemania

Aullidos de la calle dijo...

Gracias Pablo!!! Saludos hasta alemania!! =)