miércoles, noviembre 14, 2012


AZÓTENLOS!
Por: Mónica Heinrich V.
Admiro a E.L. James, la admiro. Es imposible no admirar a una mujer que se hace rica y famosa gracias a una obra menor escrita con la nalga izquierda. Sí, encima una obra surgida como un homenaje a esa saga mortífera llamada Crepúsculo que gracias a Dios vive sus últimos estertores. Pero visto lo visto, creo que subestimé a nuestra querida Stephanie Meyer (autora de Crepúsculo). Visto lo visto, Meyer no es lo peor que le puede pasar a la literatura o al género “basura literaria”: Best-seller.

Ahora llega para todos nosotros la señora E.L. James que convierte a su novela Cincuenta sombras de Grey en lo peor que he leído en los últimos años, CONTANDO CREPÚSCULO. Y mientras Crepúsculo convencía a las adolescentes y púberes de que los amores imposibles entre mamertas y vampiros pijos eran lo más romántico del mundo, Cincuenta sombras de Grey desmitifica una relación normal/saludable/donde hay amor propio y seres pensantes; y  nos dice que una relación irreal con personajes tipo modelos de Victoria Secrets, y sus “rebuscados” encuentros sexuales es lo más top. Pone la vara alta (alta y dura si seguimos la línea metafórica del libro) presentando personajes que dan ganas de vomitar,  y que hacen ver las pornos como una opción honesta y necesaria.

Valoro su poder de mover a las masas a adquirir y devorar el libro, ya sea por el morbo de la carga supuestamente sexual de la trama o la propaganda mentecata de que es el Harry Potter de la literatura erótica. Sin embargo, no ofendamos a la dignísima J.K. Rowling, que Rowling por lo menos escribe, y escribe bien.

No podemos decir lo mismo de E.L. James a quien si le pagáramos un dólar por cada vez que a su protagonista femenina le dicen “nena”, o habla de la “diosa interna” que lleva dentro,  o le dicen como a un perro entrenado “Bien hecho, chica”, tendría más plata en el banco de la que ya tiene.

Quizás sería bueno preguntarse por qué de un tiempo a esta parte los productos enfocados a resaltar la “liberación femenina”, la experiencia sin complejos y sin tapujos del sexo desde la óptica de la mujer, vienen envueltos en un celofán rosa que bien analizado solo pone a la mujer en la postura de boba suplicante esclava sexual, que en el fondo de su corazón necesita a un pobre cojudo para ser “bien cogida” y claro, si ese “favor” te lo brinda un don como Christian Grey, que es asquerosamente guapo, asquerosamente millonario, asquerosamente misterioso, los “detallitos” que en otro crispín…digamos un cartero con la nariz deforme, te harían dejar tu silueta estampada en la pared, en Grey parecen asquerosamente fascinantes. Seh…más semen aspiracional para el mundo.

Recapitulemos: Anastasia Steel es una virgen de 21 años, sin ninguna experiencia de nada, de hecho es como si hubiera vivido en el monte rodeada de osos cariñositos y personajes de Disney. Conoce a Christian Grey un joven empresario, multimillonario, que inexplicablemente queda prendado de ella y decide invitarla a firmar un acuerdo sexual. En el acuerdo sexual él será el Amo y ella La Sumisa, teniendo ELLA que cumplir los deseos y demandas del Amo: Sadomasoquismo Express.

El libro de más de 500 páginas dedica su lectura a los pajeos mentales de la protagonista sobre aceptar o no aceptar el acuerdo, así como los encames ocasionales en vistas de firmar el documento. Luego, siguen más encames ocasionales sazonados con la más aburrida selección de diálogos sin sentido, aburridos encuentros sexuales donde queda claro que para la autora el sexo salvaje, desenfrenado y sin prejuicios pasa por una serie de reglas, avisos de cómo serán las cosas, confirmaciones si uno la pasó bien, charlas post-coitales de risa y la re-confirmación sobre si uno se encuentra en buenas condiciones luego de tanto “ajetreo”.

Como los dos protagonistas son bellos y sobre todo flexibles: Física, moral, emocional y filosóficamente, la autora cubre su carencia de argumento con un más bien paupérrimo escenario sexual donde saca a la luz esposas, fustas, fisting, sexo oral, anal, juguetes y otros como si se tratara de una revelación al mundo. Oh, sí! hay otras formas de coger aparte del misionero!

Además, para que Grey no quede como un pelotudo sado-stalker con mucho tiempo libre, con un cuadro obsesivo compulsivo que requiere urgente medicación, y que dado el perfil en la vida real hasta tendría problemas para mantener erecciones, el chico tiene su quejumbroso y oscuro pasado. Las sombras que lo atormentan y justifican sus “gustitos”. ZzzzZzzzzZZZZZZZZzzzzzzzz

Será frecuente que Anastasia exclame profusos WOW! ante la magnificencia de la danza horizontal, de su primera vez, de su primer mamada, de lo grande que es el miembro de Grey, y cualquier otra pendejada que se les ocurra. Será frecuente que Grey hable del labio que ella se muerde y de sus actividades sexuales como si fueran lo más enigmático, creativo y original del mundo.

Son páginas y páginas de aburrimiento disfrazado de novedad donde lo peor NO es que se trate de una ficción, lo peor es que haya gente que piense que es remotamente interesante que algo así suceda en la vida real, como si la vida real y el sexo real no fuera infinitamente más variado e intenso que esas pálidas descripciones. 

Me costó un montón leerlo, de hecho tuve que leerlo en 20 días. Incrédula pasaba hoja tras hoja, a veces haciendo lectura rápida porque definitivamente no daba ni para detenerse mucho en el camino a oler las flores del campo. Por mi mente solo se pasaba un pensamiento: AZOTENLOS A LOS DOS Y DEJEN QUE SE PUDRAN AL SOL.

Y es muy curioso que la obra que nos ocupa sea un éxito. Éxito que a diferencia del obtenido por otras sagas conocidas y respetables como la de Harry Potter y hasta las de Los juegos del hambre, solo causa tristeza. Es como si las vidas sexuales que llevan el promedio de lectores fueran tan aburridas, que se emocionan como el mono que descubre el hueso en Odisea en el espacio ante esta historia soft llena de “polvos vainillas”; sí, seguramente a Grey le emputaría que llamemos así a sus aburridos y teóricos encuentros con la diligente Anastasia.

Entiendo…hmmm…la verdad no entiendo, pero respeto la fascinación que genera el libro y cubre vacíos existenciales en algunos lectores. En lo personal, y de manera subjetiva, con otros vacíos a ser cubiertos, sufrí Cincuenta sombras de Grey. Sufrí leyendo, sufrí con sus personajes, sufrí.

Más allá de la historia tan básica, tan poco trabajada, sus personajes son lineales, sin matices. Lejos de sumergirme en las aguas tibias y reconfortantes del retorcijón erótico, el personaje de Grey me parece patético, inseguro, acosador: un pelele en toda regla, y el de Anastasia es el retrato de lo que nunca debería ser mujer alguna. Y claro, el gran gran problema fue la parte literaria. La escritura es realmente desastrosa. La doña no escribe pero se gana la vida escribiendo. Y por eso digo que merece admiración, porque hace algo muy mal y encima se hace millonaria con eso.

Por ahí el entusiasmado lector de esta saga piensa que lo que no me gustó del libro es el género o que la parte subida de tono fue “too much” para quien escribe esta reseña. Error,  soy fan del género erótico tanto soft como hardcore. Tampoco es el hecho que se hable del BDSM (Bondage Discipline Sadism Masochism) digamos que Historia de O de Pauline Réage es muchísimo más impactante, o los libros de Sade se van a por todo y no se quedan en reglas aptas para ñoños o hasta los de Anaís Nin consiguen llevarte de lleno a las sombras que E.L. James apenas bocetea, sip, lo que jode la experiencia es sin duda la pobreza narrativa.

El libro tiene dos continuaciones, ya que el beneplácito de millones de lectores hizo posible que la historia de esos poco iluminados amantes continúe y hasta tenga en marcha su versión cinematográfica. EL HORROR! Creo que esta vez el escarnio es tal que me quedo en este primer tomo, no puedo continuar. No me da para continuar, no tengo siquiera curiosidad por saber qué pasa después.

Digo esto con todo el cariño del mundo y pidiendo perdón de antemano a aquellos que encontraron el libro espectacular y para quienes es su niña mimada, su ejemplo a seguir, su sexo intenso a aspirar: Cincuenta Sombras de Grey convierte a Corín Tellado en un tesoro de la literatura. Ajá. Lo dije, y hasta he revalorizado el éxito de Coelho.

NO hay nada más que agregar.

LINKS PARA LEERLA ONLINE
Seh, ahórrense unos dólares y si aún tienen ganas de ver qué onda, léanla aquí: http://leerlibrosonline.net/50-sombras-de-grey-por-e-l-james/

Para quienes deseen el ejemplar en físico en la librería El Ateneo (Design Center al lado de Sonilum) pueden encontrarla. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y a mi me queda por rogar que no sea Ryan Gosling quien haga de Grey en la peli que se viene. no.no.no

Aullidos de la calle dijo...

Noooo, Ryan Gosling noooooooooo....a Ryan hay que conservarlo en la memoria por otras cositas jejeje...no me imagino a Gosling en esas. Pero nunca se sabe...