
lunes, noviembre 26, 2007

viernes, noviembre 23, 2007
Anoche fui a ver a Julio Bocca. La verdad que estaba emocionadísima, finalmente concretaba mi sueño de ver al vivo a la santísima trinidad de bailarines a los que adoro (Farruquito, Joaquín Cortés y...Julio Bocca).
A Bocca lo esperaba con ansias locas. Más aún cuando supe que el espectáculo incluía ese temazo que me deja con el estómago en el piso de la consternación: "Balada para un loco". Me quería abrir las venas y era capaz de vender mi alma al diablo por ese pedazo de cielo en este infierno paradisiaco.
Llegué a las 20:15. La entrada fue tranquila, rápida y organizada, pasamos por unos toldos blancos que eran la antesala a sectores Oro, Plata y Azul. En estas carpas se exhibían productos de los auspiciadores y luego eras recibido por acomodadores/azafatos vestidos de una manera alusiva al evento. Se agradece la EXCELENTE producción de GF Group, que dan la pauta de cómo se deben organizar eventos de este tipo. Realmente muy destacable.
Nos acomodamos, tranquilos. Sonilum se llenaba, y yo me comía hasta las uñas de los pies de los nervios porque comience. Mientras tanto, el cuerpo de baile de Julio Bocca calentaba en el escenario, siendo la entrada visual para los espectadores. La pobre gente que pagó la entrada más cara (Oro:700 Bs) fue la que debe estar arrepentida, porque las sillas casi besaban el escenario, por lo que seguramente sólo vieron de las rodillas para arriba.
A las 21:00 el show comenzó, se apagaron las luces y apareció ÉL. En una coreografía acompañada por una mesa, Julio demostró porque es lo que es. Me hizo sentir que estos años que planeaba viajes que coincidan con alguna presentación suya, siempre infructuosamente... valieron la pena. Y cada movimiento suyo, cargado de estilo, magia y destreza...me pusieron en un trance hipnótico.

Luego vino otra coreografía que provocó casi un orgasmo entre el público. Bocca vistiendo boxers, acompañado de una bailarina semidesnuda, a torso descubierto, se unieron llenos de erotismo, sensualidad, con las luces cayendo sobre cada músculo en una prefección casi profana. Una perfección donde Julio Bocca era Dios.
Y el multiorgasmo se alcanzó, para mí, cuando llegó Balada para un loco, tema interpretado por la voz de Sandra Mihanovich, y con Bocca en un unipersonal conmovedor, que me envió escalofríos de emoción, mientras los ojos se me humedecían, al sentirme incapaz de soportar tanta belleza. Bocca se transformó en un loco, en un mimo, en un mago del arte de la danza. Su sudor regaba el suelo del escenario, y yo sólo podía pensar: "qué hermoso".
Y ya para cerrar con broche de oro esta experiencia casi divina, vino Años de Soledad. Otro unipersonal donde Bocca con una gigantesca escalera, mostraba lo que años de técnica, disciplina y amor al arte, pueden conseguir. Lo hacía parecer todo tan sencillo, su cuerpo estaba casi flotando, doblándose con gracia, con clase, con ese algo que sólo tienen los bendecidos por el don de la genialidad.

En total hubieron 25 números, entre sus bailarines, cantantes, y ÉL. El resto estuvo muy bien, los músicos, los cantantes, los chicos que lo acompañaban. Pero definitivamente, Julio Bocca está más allá del bien y del mal. El espectáculo terminó, el hombre de 40 años, con un físico que hasta un quinceañero envidiaría, se despidió de Santa Cruz ovacionado, con una platea rendida ante su magia. Luego tuvimos que salir de la burbuja, regresar a la cotidianidad, pero con la certeza de que el mundo, después de todo, es un lugar fascinante.
Me comentó gente que estuvo con él en los ensayos, que era un atorrante, un pedante, un histérico y un tipo realmente desagradable. Honestamente, ESO ES LO DE MENOS. Si baila así, yo le perdono todo. Lo único que no le perdonaría es que deje de existir. GRACIAS por eso Julio.
lunes, noviembre 12, 2007
viernes, noviembre 09, 2007

Sabemos que el personaje se llama Jean Baptiste Grenoille, pero sabiéndolo sólo vemos a ese ser anónimo, despersonalizado, sin olor, porque a pesar de que Jean Baptiste podía oler cualquier cosa, él mismo carecía de cualquier tipo de olor. El asunto se vuelve Kafkiano, y mientras leía me afligía por el pobre Jean Baptiste, por los hechos que suceden a su alrededor, cómo la gente que estaba en contacto con él muere o le pasa algo, cómo Jean Baptiste no siente nada de nada, su sensibilidad para el olor sólo se equipara a su insensibilidad emocional, lo que lo lleva a cometer asesinatos buscando robar el perfume de las infortunadas muchachas que asesinaba....

Sé que no participó en el guión, sé que ya vió la película y no emitió opinión. Déjeme decirle, mi querido señor Süskind, que la película está bien, aunque el olor de sus páginas no consigue plasmarse del todo en el celuloide. Eso sí, Jean Baptiste es representado muy bien por Ben Whishaw, y aunque el director de Corre, Lola, Corre, peca a veces de grandilocuencia, creo que su relato lo amerita. Me parece que la película se cayó al final, un final que bajo su diligente narrativa consiguió cerrar un libro espectacular, pero que bajo la mirada menos severa y profunda de Tykwe, queda como un cierre apoteósico sin contenido, ni sobresalto. O sea, lo que vi en el cine, me dejó satisfecha gracias a su hermosa fotografía y a una correcta interpretación de actores, pero acá entre nos, le faltaba "algo".
Quisiera decirle, que admiro su (repito) retorcida narrativa, no sé cómo decirle (sin que se crea mucho) que El perfume ha sido una de las mejores novelas que he leído. Cuando ya estaba bastante condensada con olores menos sofisticados, llega usted y rocía tamaña hediondez, que aunque fue cuasi insoportable se recibe de manera muy agradecida. Comprendo que algunos lectores no puedan encontrar las mismas maravillas que yo encontré en su obra, es que cada lector es un olor, y cada olor es un mundo, cierto?
lunes, noviembre 05, 2007
Ahora podés hacer un widget para tu propio blog y ofrecerlo a los que gusten de tus posts. Es muy, pero muy sencillito.
sábado, noviembre 03, 2007
Viven en constante lucha con los vampiros, que vienen a ser el estado corrupto de los cárpatos. Seres que profanaron la regla dorada de NO alimentarse de un humano hasta darle muerte, seres que al no encontrar su pareja de vida, renegaron de su raza y le dieron rienda suelta a la barbarie asesinando a humanos y cárpatos por igual.


Esta autora se ha hecho tan popular que incluso acaba de lanzarse en USA un manga con sus personajes, una serie de TV, y si un director de cine se aviva, podría crear el nuevo fenómeno cinematográfico con esta historia.
Lo negativo?: Es una autora, a veces, demasiado descriptiva, vueltera y repetitiva. Algunas feministas se han quejado de la relación dominante que suele ejercer el macho carpatiano. Si leés varios tomos, te suena a más de lo mismo. En mi caso, sigo leyendo porque me tiene enganchada.
jueves, noviembre 01, 2007

A que no es un freaky? Ya te dieron ganas de agarrar uno? Son tan polifacéticos, que incluso pueden llegar a rozar el suelo marino para buscar caracoles, gusanos y otros alimentos. Soportan los fríos marítimos más despiados, así como níveles bajos de oxígeno. Pueden impulsarse con las orejas, con las aletas o con sus tentáculos, a la vez o separadamente. Pueden lavar su propia piel transparente. Y encima son capaces de estar en mar abierto, cosa muy rara en los pulpos.
Definitivamente, un personaje curioso.