EL GLOBO BLANCO
Por: Mónica Heinrich V.
El cine iraní se caracteriza por una simpleza exquisita acorde con la represión en que viven. Debido a los requisitos que una película iraní debe cumplir para que se le permita ver la "luz", es que los directores se han dado sus "mañas" para emitir un mensaje de crítica al sistema. Dicho mensaje viene tan encubierto que suele ser difícil catalogarlo como tal.
El Globo blanco en su sencillez sobrecogedora aporta desde su título una profunda reflexión avalada por hora y media de ternura y entretenimiento. Leyeron bien, mis estimados, entretenimiento. Aunque parezca insólito, esta película no es la típica película iraní que tiende al aletargamiento para probar un punto.
Amé El sabor de las cerezas pero era dennnnnsaaaa, amé El Silencio pero, también, era deeeeennnnsaaa, amé La Manzana pero amé más los últimos 40 minutos de la película donde agarró algo de ritmo. En este sentido creo que Los niños del cielo tuvo un ritmo más dinámico también.
El globo blanco antecede a todas estas películas. Lanzada en 1995, es extraordinaria la manera en que desde el primer momento conseguís introducirte en la historia de Razieh. Razieh es una niña de 7 años, que aparece en la primera escena de la película agarrada de la mano de su madre, caminando por las calles.
Una voz en off anuncia a través de la radio la llegada de año nuevo en un par de horas. Razieh está desde el principio pidiendo un pez de colores. En Irán se acostumbra recibir el año nuevo con una pecera que contenga un pez de colores.
Razieh dice que ha visto uno en el mercado que era bonito y que por favor la dejen comprarlo. Su mamá alega que en su casa tienen un estanque con peces de colores y que no vale la pena gastar el dinero en uno del mercado. La discusión continúa hasta que llegan a su casa, mientras el papá se ducha, Razieh hace un pacto con su hermano (como 11 años) para que convenza a su madre de darle el dinero.
La madre termina entregándole un billeta de 500 tomans de los cuales sólo puede gastar 100, el vuelto tiene que traerlo de regreso. La niña emocionada va corriendo a buscar su pez de colores con pecera y billete en mano. Ni bien Razieh deja la casa para ir a comprar el pez, sabemos que la criatura se encontrará con N situaciones. A partir de ahí la nena hace gala de simpatía, viveza criolla, un poco de boludez, ternura, y bueno, espíritu aventurero, además de una perseverancia envidiable
Sólo tienen que imaginarse qué pasaría cuando un niño tiene en su poder un billete grande. Habrá de todo, llantos, explicaciones, miedo, enojo, todo un mosaico de expresiones. La única escena a la que le pongo un pero es a la del soldado, la sentí un poco artificial, ya ustedes verán si se animan a verla, cosa que les recomiendo ampliamente.
La historia es tan simple como parece, pero como ya dije tiene en pequeñas cosas un simbolismo impresionante. El globo blanco se llama, pero el globo no aparece hasta el final, y es la excusa para que nos quedemos con un bonito contraste.
Me gustó mucho, desde el guión que a veces te embargaba de ternura, otras de simpatía y al final te deja la sensación de que no contó solamente algo divertido, sino algo con un carácter social.
La fotografía muy bonita, cuidada, pulcra, sencilla, podría decirse austera. La cámara nos cuenta la historia de manera prolija, planos fijos, algunos planos secuencia, habrá de todo, pero la característica de las películas iraníes es que son de una simplicidad exquisita incluso a nivel técnico.
Las actuaciones? Qué les puedo decir! la niña es un encantito. Y es la misma actriz que Panahi utilizó en su otra película llamada El Espejo. Obviamente que no todos lo hacen excelente pero en general las interpretaciones están muy bien. La dirección merece mención aparte. Panahi era asistente de Abbas Kiarostami (El Sabor de las cerezas) su ópera prima es ésta, el Globo Blanco, y el guión lo escribió Kiarostami basándose en una idea de Panahi. Panahi sabe envolver al espectador en su historia, pasa en el Globo blanco, pasa en El Espejo y pasa en El Círculo. El hombre sabe contar las cosas.
Desde el principio sentís la inquietud por la nena, sabés que puede pasar cualquier cosa, sin embargo todo transcurre tranquilamente con pequeños sobresaltos, con pequeños matices, la película redondea todo en el final, y es el final donde Panahi acierta definitivamente, es el final en que nos damos cuenta de que no fue solamente "entretenimiento", que la niña y su historia de los peces estaban para algo más y que el bendito globo blanco era realmente el eje y contenido de la película.
A Panahi le ha sucedido de todo, además de ser constantemente censurado en su país por la exposición que hace del sistema en sus films, USA le ha jugado dos malas pasadas, la primera cuando haciendo escala en NY para llegar a un festival latinoamericano de cine creo que en Uruguay, lo rebotaron sin miramientos sólo por ser iraní y tener rasgos que pueden desatar la paranoia nacional. La segunda cuando yendo ya a un festival de cine en USA, estando en el festival de toronto, mandaron a pedir sus huellas dactilares para que pueda ingresar al país. Panahi sabe que tanto en la cultura iraní como en las otras culturas del mundo existe una represión manifiesta o latente.
Ahora, para los que ya han visto este tipo de cine, o incluso sean un poco más escépticos a estas cuestiones, quizás encuentren insufrible a Razieh, quizás tengan ganas de sacudir a esa pendeja para que deje de pensar en el bendito pez de colores, quizás les irrite las lágrimas que derramará ante los imprevistos, quizás tengan ganas de cachetear al director por presentar una situación tan manoseada, pero, NO OLVIDEN, fue filmada en 1995. Y desde esa perspectiva a mí me parece sencillamente una joyita. EL Globo Blanco, una película que te prometo vas a disfrutar, y que valdrá la pena verla otra vez. No te quedés sólo con la historia de Razieh, quedate mejor con el solitario globo blanco que ilustra la escena final, si es así acabarás comprendiendo y con esa comprensión vendrá esa sensación conmovedora que te embargará mientras salen los créditos.
Escrita el 5 de septiembre de 2003
2 comentarios:
Excelente película. Tuvo la fuerza de transportarme a la niñez en cierto sentido.
Por cosas de la vida, la pude ver hace un par de años en TVB cuando Pedro Susz conducía un ciclo de cine que era transmitido los sábados por la noche.
Mónica, me gusta mucho tu columna del deber y me has dejado intrigado con Sector 9. Pensaba no verla, pero por loq ue dices está buena.
Un gran saludo para ti, sigue escribiendo que lo hacés muy bien.
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