viernes, enero 22, 2010

“Baz “Equal” Lurhman”
Por: Mónica Heinrich V.
En su momento admiré los huevos de Baz Lurhman por dirigir películas arriesgadas como Moulin Rouge o Romeo + Julieta, ambas con críticas a favor y en contra de su grandilocuencia, pero dentro de todo, con una propuesta estética aceptable.

En el último día del año 2008 y sumida en la necesidad de escapar de esa realidad que a veces nos congestiona…me fui a ver Australia.

Mi querido Baz Lurhman, nostálgico de los “grandes” filmes, intentó recrear su propia epopeya fílmica. Seguro que el pobre tipo juraba que estaba haciendo un “Lo que el viento se llevó” de esta era. Incluso hay un par de escenas que me recordaron vívidamente la legendaria película de Clark Gable y Vivian Leigh…Pero le tengo noticias a Lurhman, “hoy corren otros tiempos ya lo sabes buen amigo”…como dice la canción de Chayanne. Y no, no funcionó.

Situada en la Australia de la segunda guerra mundial, Luhrman coloca a una altisonante Nicole Kidman (que cada vez elige peores papeles) en el papel de Lady Sarah Ashley. Esta tipa es una inglesa cuyo esposo se trasladó a Australia para involucrarse en el negocio del ganado. En ella se muestran todos los clichés de dama inglesa remilgada de esos tiempos, mohínes, tonos aflautados y gestos ridículos. La individua llega al país de los canguros a reencontrarse con el marido, que Oh! Casualidad, ha sido asesinado. Ahí se topa con Hugh Jackman al que sólo le caché el “cargo”: El capataz. Desde el principio se nota que este par va a acabar tarde o temprano en la danza horizontal, porque “Australia”…señoras y señores…no es aventuras nada más, sino romance y reivindicaciones raciales a granel.

Para dichas reivindicaciones, pusieron a un molesto y sobreactuado chiquillo que seguro en Broadway recibiría ovaciones de pie, pero que a mí me hizo odiar con vehemencia a los niños actores. Una criatura que toda la película se la pasa con tono y cara de fascinación por las situaciones que vive. Este pequeño ser interpretaba a Nullah: mestizo, media casta, no blanco, no negro, bueno…nos quedó claro, porque repitieron hasta el hartazgo que el pobre chico andaba conflictuado por su ambigüedad racial.

Y como no puede ser de otra manera, está un personaje llamado King George, que es el aborigen en todo su esplendor, con poses y cantos a la tierra que pretenden mostrarnos la belleza de su cultura, lo místico, lo interesante de tanta cosa folklórica, pero que en determinados momentos de la película, uno se preguntaba: Y qué carajos está esperando King George para hacer algo aparte de cantar?

Bueno, que la gran trama resulta ser que a Lady Sarah Ashley le estaban robando su ganado descaradamente, y al que estiró la pata (el marido) lo asesinó la competencia que luego de tan rastrero accionar estaba queriendo comprar solapadamente sus tierras a precios risibles.

Ahí Nicole, en un contoneo de caderas, cabello y gestos por doquier, toma la decisión de no dejarse pisar con ESOS, y le dice a El capataz que la acompañe a arrear su ganado hasta un lugar x donde se lo iban a comprar.

Como si tanto despelote no fuera suficiente, son seguidos por los tipos que andan saboteando todo, a ojos vista y paciencia de King George, que se para en las colinas como un flamenco (en una pierna) y contempla los hechos con cara de circunstancia y cánticos hacia vaya a saberse quién.

Todo esto aderezado por: tensión sexual entre el que arrea el ganado y la Kidman; niño mestizo que quiere tener un hogar pero que no sabe cuál es su hogar; escenas donde nos muestran cómo eran discriminados negros y mestizos; la segunda guerra mundial, con bombardeos cortesía de los japucos, etc..

Sí, es harta huevada para una sola película. Y la mayoría encausada y tratada de manera edulcorada y grandilocuente.

La primera parte, se goza relativamente bien. Uno dice: “Qué ñoños”, pero todavía no hay resentimiento. Ya cuando el trámite del ganado es completado y empezás a esperar los créditos es ahí que la desesperación y el odio irracional llegan.

Se ponen más melosos, si eso es posible. Cantan, tararean, o tocan diez mil veces Somewhere over the rainbow. Lo tenemos que soportar con ganas de ir al baño y viendo constantemente a ese insoportable niño en pantalla gigante. Déjenme decirles que nunca un Año Nuevo se vio más lejano que durante la proyección de Australia.

Terminado el filme, y aun incrédula de que había sido liberada de mi cárcel suspiré un: FINALMENTE!....

Nos queda la ingrata sensación de que grandes epopeyas eran las de antes, y que ahora…como casi todo lo de la vida moderna, los filmes que intentan recrear magníficas historias son endulzadas con Equal.

Triste empezar el 2009 con una decepción así ¿no?

Lo mejor: La fotografía. Y la primera parte que se deja ver.
Lo peor: Nullah, una narrativa poco creíble, excesivamente azucarada y claro, demasiado larga.
La escena: La escena de la estampida, y la del cine cuando Nullah ve El Mago de Oz
Lo más falsete: casi todo, pero tengo que repetir ese odioso nombre: NULLAH.
El mensaje manifiesto: “En algún lugar por encima del arco iris”…(quedé traumada…)
El mensaje latente: Tienen que prohibirle a Baz Luhrman hacer epopeyas.
El consejo: No tomés mucho líquido antes de entrar y no te comprés las cocas colas grandes.
El consejo para Baz Luhrman: Menos es más.La pregunta: ¿El actor que encarna a Nullah irá a triunfar en Hollywood en el futuro?

CURIOSIDADES
- El papel de Hugh Jackman se lo ofrecieron primero a Russel Crowe y luego a Heath Ledger, este último prefirió interpretar al Guasón. Sólo por eso, Dios debe tenerte en el cielo Heath.
- Tuvo un presupuesto estimado de 130 millones de dólares (tanta plata gastada al pedo)
- El rodaje duró 9 meses (tanto tiempo desperdiciado al pedo)
- La crítica fue tan mala, que Luhrman tuvo que cambiar el final antes de empezar a comercializarla. De hecho el director tenía como 6 finales preparados…(eso pasa cuando no se sabe qué hacer con una película)
- Se dice que sus ganancias hasta el momento han sido tan bajas que la posibilidad de recuperar lo invertido, cada día se hace más lejana.
- Baz Luhrman produjo, escribió y dirigió Australia (el que mucho abarca, poco aprieta)

EXTRAS
- Quarantine: Entretenida película que dicen debe todas sus virtudes a su versión española REC. No he visto REC, pero vi Quarantine y me entretuve un rato como boluda. No es una gran película, pero es heredera del estilacho Cloverfield, tiene sus momentos que sobresaltan y nada más, para pasar el rato. Una periodista cubre una nota con los bomberos, y lo que parecía una entrevista como cualquier otra termina siendo un camino hacia el terror. Los bomberos son requeridos en un edificio que luego es puesto arbitrariamente en cuarentena por las autoridades. Un virus se ha propagado, periodista, bomberos, e inquilinos del edificio se las verán negras (literalmente) para salvar sus pescuezos, viviendo sangrientos momentos. No suena mal, no? '

- August Rush (Escucha tu destino): August Rush es una de esas películas que a pesar de ser ñoñísima es imposible que no te guste. Un niño huérfano decide ir a buscar a sus padres, bajo la convicción de que la música que escucha en su cabeza lo guiará hasta ellos. El niño no es otro que August Rush, que parece un pequeño Mozart…un superdotado, un genio musical a sus escasos años. Escapado del orfanato, vivirá aventuras que nada tienen que ver con las desgracias ocurridas al Oliverio Twist de Dickens…no. Amen de que el villano es interpretado por mi siempre ODIADO Robbin Williams, los obstáculos que atraviesa el pequeño músico no son de grueso tenor. Como no puede ser de otra manera, resulta que sus padres también eran músicos. La madre interpretada por la ex Felicity, Keri Russel es violonchelista, y el padre es cantante de rock. EL niño es fruto de una sola noche de pasión que ambos personajes tuvieron. Así que además habrá romance. Todo esto aderezado por buena música clásica y contemporánea instrumental. Recomendable, para aquellos que aún no son diabéticos.

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